El diputado nacional Alberto Asseff presentó un proyecto para trasladar los tres poderes nacionales al interior del país.

Hace meses que Asseff había anunciado una iniciativa de esas características. Hizo varias consultas, entre ellas con Sergio Massa, quien le expresó su coincidencia con la idea, según puntualizó el legislador aliado del Frente Renovador. Asseff viajó a Río Cuarto, donde tuvo reuniones con las autoridades municipales, la universidad y las instituciones locales y diversas fuerzas vivas de la ciudad.

Asseff sostiene que cuanto más compleja es la situación, es cuando hay que adoptar decisiones de fondo. “El centralismo es cancerígeno y está mutilando las perspectivas del país”, sostuvo el legislador.

Según Asseff, “todos los grandes países –EE.UU., Rusia, Australia, Brasil, Japón, Nigeria, Canadá, Kazagistan, por citar algunos casos, trasladaron sus capitales buscando armonizar y/o interiorizar su desarrollo y paralelamente corregir la deformación geopolítica original. Lo del Brasil es claro: primero trasladó su capital de Salvador a Río, y luego a Brasilia, siempre inspirándose en motivaciones estratégicas”.

“No debe omitirse el caso de Chile, que trasladó la sede del Congreso a Valparaíso”, añadió el diputado de Unir.

En el proyecto de Asseff se desconcentran los tres poderes: el Ejecutivo se traslada a Río Cuarto, el Judicial a Santa Rosa, el Congreso a Santa Fe y la Auditoría General de la Nación, un órgano que considera “clave” si aspiramos a tener “cuentas claras y el fin de la impunidad y el despilfarro”, a Rosario.

En una parte de sus fundamentos, Asseff consigna: “La añeja capital del ‘imperio de los Ranqueles’ y hoy capital alterna de la segunda provincia de nuestro país -excúsenme mis queridos santafesinos-, muestra una impresionante pujanza, con sus 180 mil habitantes, su despliegue horizontal –con diversas barriadas– y asimismo vertical –sobresale un monumental edificio de 28 pisos que sólo es el primero de lo que se viene-. Este crecimiento es la evidencia de que el agua no es obstáculo, máxime que en una primera etapa se prevé que el impacto en materia de nuevos habitantes no superaría los 10 mil”.

Asseff advierte sobre “algunos mitos en este plano del traslado de la Capital Federal. Existen sectores enteros que no experimentarán cambio alguno en su actual estructura: el sistema escolar, el policial, el de los tribunales federales y nacionales, el de salud y otras burocracias como ANSeS o PAMI no tendrán alteración. Ello es así porque sus prestaciones se refieren a la población. Si ésta no se mueve hacia la nueva sede del Poder Ejecutivo, pues entonces los mencionados órganos tampoco mutan”.

Por otra parte en el proyecto se sugiere que la mudanza será gradual: primero el presidente, sus ministros, las secretarías de la Presidencia y Legal y Técnica.

“Al cumplirse con la Constitución, celebrándose una reunión mensual presencial de gabinete, se asegura la coordinación de las políticas en ejecución, sin necesidad de que los ministros estén concentrados físicamente -agrega el proyecto-. El asombroso mundo de la tecnología de la comunicación suple con sobrado éxito a la necesidad de la cercanía física ¿Cuántas veces se encuentra cara a cara con la presidenta por caso el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva? ¿Una vez por mes, acaso? Pues eso es lo que seguirá habiendo, pero en el marco constitucional de un pleno de Gabinete”.