El presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR, Mario Negri, se refirió al proyecto de la nueva Ley Antidiscriminatoria, dictaminado recientemente por la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados con el respaldo de distintos bloques: “este proyecto es otro caramelo envenenado, un ejemplo más de la ya vieja práctica del Gobierno de decir que vienen a saldar deudas democráticas y meten de paso un par de normas que les permiten concretar sus propias agendas”.

“No podemos no estar de acuerdo con una iniciativa que implique ampliar la protección contra todo tipo de discriminación y la búsqueda de erradicar las prácticas que la reflejen y promuevan. Esos fines siempre han contado, y siempre contarán, con todo nuestro apoyo”, señaló el diputado.

Y agregó: “Sin embargo, bajo esta consigna aparentemente justa y compartida por nosotros, con este proyecto el Gobierno esconde la intención lisa y llana de poder aplicar la censura, y actuar con absoluta discrecionalidad frente al ejercicio de la libertad de expresión y de acceso a la información ciudadana”.

“Son muchos los aspectos que no condicen con el objetivo declarado por el proyecto. El punto más preocupante es la creación de un nuevo tipo penal, que sanciona con cárcel por ejemplo al autor de un comentario que haya sido considerado discriminatorio. Esto, sumado a la amplitud de la nueva definición de ‘discriminatorio’, se termina convirtiendo en una herramienta de persecución ideológica según quién lo implemente”, opinó Negri.

“Más preocupante es aun cuando incrimina a quien financie o preste ‘cualquier otra forma de asistencia’ a las actividades discriminatorias. ¡Cualquier medio periodístico digital que acepte comentarios en su página podría quedar abarcado!”, alertó.

Agregó que “los aspectos procesales que plantea el proyecto también son preocupantes, y la obligación de que los sitios de Internet tengan que contar con recursos suficientes para estudiar todos y cada uno de los comentarios que los usuarios escriben alienta a que se establezcan mecanismos automáticos de eliminación de contenidos, por el sólo hecho de recibir una queja válida o no sobre ellos”. “Todo va a quedar entonces sujeto a la tolerancia de quien se sienta apelado en el comentario”, reprochó.

“No cabe duda que lo anterior, en conjunto, hace del proyecto una herramienta de censura. No podemos, ni siquiera por un fin tan loable como el de la lucha contra la discriminación, aceptar gratuitamente cualquier medio de protección y poner en tanto riesgo la libertad de expresión, que es central para el debate necesario en una sociedad democrática”, finalizó Negri.