Lo aseguró mediante un comunicado la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Según la encuesta realizada, más del 80 por ciento del electorado considera que hay que implementar la boleta única electrónica a nivel nacional.
El Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, precisó que sobre diez mil electores consultados, hasta las 16:30, “en promedio, el 75 por ciento de los electores de todas las edades prefirió el sistema de boleta única electrónica al de la tradicional boleta de papel a la hora de sufragar”.
Los que más propicios se mostraron a implementar la BUE a nivel nacional fueron los ciudadanos de 31 a 60 años, con el 84 por ciento, mientras que los de más de 60 fueron los que menos la eligieron para esa instancia, con el 73, 6 por ciento.
La parte más joven del electorado, entre 18 y 30 años, votaron a favor del voto electrónico con el 79, 3 por ciento, y lo consideraron como el método más fácil de utilizar, con el 78, 9 por ciento.
Los votantes de 16 a 17 años, debutantes en esta elección, son quienes más seguros se mostraron a la hora de evaluar el flamante sistema electrónico: el 65,5 por ciento lo calificó como más confiable que el de la boleta de papel.
Finalmente, más del 80 por ciento del electorado de la Ciudad, considera que habría que implementar el sistema BUE en las elecciones nacionales.
Observadores de la Defensoría porteña efectuaron un sondeo entre las autoridades de mesa para saber si fueron capacitadas previamente para realizar su función, si detectaron faltantes de boletas y si debieron recurrir al delegado electoral para llevar adelante sus tareas; y entre los electores para conocer si en el cuarto oscuro había boletas del candidato de su preferencia, si las pudieron identificar fácilmente, cuánto tiempo demoraron en votar y si a la hora de hacerlo en el futuro prefieren el sistema de boleta de papel tradicional o la boleta única electrónica recientemente utilizada en la Ciudad durante las elecciones generales del 5 de julio y el balotaje del 19.
Amor subrayó que “la incorporación de tecnología fue aceptada por el electorado porteño. Ahora debemos concentrarnos en lograr que la nueva herramienta esté al servicio de la celeridad de los comicios y el escrutinio pero, sobre todo, en que garantice la plena seguridad de todo el proceso electoral. La sociedad necesita y merece un sistema moderno, ágil, transparente y seguro para votar”.
