El líder del Frente Renovador permitirá a sus alcaldes aliados que acompañen a Scioli y Macri; ocho de los diez intendentes massistas del conurbano corren el riesgo de perder en octubre.
El diputado nacional y candidato presidencial Sergio Massa dará “libertad de acción” a los intendentes que lo apoyan para que promuevan el corte de boleta y acompañen a los presidenciales del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y del Pro, Mauricio Macri.
La decisión dividió las aguas dentro del Frente Renovador. Según consignó Tiempo Argentino, los hombres que más elecciones cargan sobre sus hombros y que hoy acompañan a Massa no dudaron -off the record- en definirla como “un error político”. Otros algo más complacientes, como apresurada pero inevitable. Y unos pocos, como una estrategia para “abrirle la chance a los intendentes de pedirle abiertamente que se baje”.
Desde el núcleo duro de Massa defienden la decisión. Dicen que es una postura histórica del tigrense respecto a “no ponerle techo a los intendentes”, que son más fuertes que el espacio en términos locales.
En entrevista al diario La Nación, Massa afirmó: “(Los intendentes) me dieron un piso en las PASO y lo valoro. Ahora, tanto ellos como yo tenemos que crecer y buscar nuestro techo. Mi desafío es crecer, pero también tengo que respetar los intereses de mis aliados, que se pusieron la campaña al hombro. Yo no les puedo poner un techo”.
Lo cierto es que el análisis de los resultados del domingo indica que el FR puede perder ocho de sus diez principales municipios bonaerenses. Por ende, los caciques buscan una alternativa para no dejar el poder.
El senador provincial Roque Cariglino, hermano de Jesús -intendente aliado de Massa en Malvinas Argentinas, que cayó ante el candidato del FpV- explicó que prefieren “esperar al mes que viene a ver cómo se reflejan en el ánimo de la gente todos estos acontecimientos”. Pero, agrego, “no se va a inducir al corte de boleta ni tampoco a decirle a la gente que no lo vote a (Mauricio) Macri”.
“Nosotros jugamos con boleta completa, pero hubo vecinos que quisieron votar a Macri y también algunos a Scioli. No le podemos negar a la gente que quiera votar a otro presidente”, sentenció Cariglino.
La posibilidad de que la libertad de acción sea la puerta a un acuerdo con el Pro generó rechazó en el grupo de referentes entre los que están el candidato a gobernador, Felipe Solá; a diputados Graciela Camaño y Alberto Roberti, y al Parlasur, Mónica López.
Roberti, actual presidente del bloque de diputados nacionales del FR, salió a ratificar la posición en contra de un pacto. “Todo lo que haga el macrismo para seducir al FR es inútil; no estamos en oferta”, aseveró e indicó que “veo al Pro en actitud de desesperación electoral”.
En declaraciones radiales, Roberti reiteró lo que otros dirigentes de su espacio habían señalado el martes por la tarde: “La presión que existe ahora es muy fuerte”.
El sindicalista del petróleo aclaró que los acuerdos “debieron plantearse en una gran interna de la oposición y antes de que cerraran las listas el 26 junio”. Aseveró que en esa ocasión “primó el egoísmo de Macri y de (Elisa) Carrió y todo lo que se pueda plantear hoy va en detrimento de nuestra fuerza”.
