Con los graves hechos de violencia política registrados en Jujuy y Tucumán como telón de fondo, el kirchnerismo concedió a la oposición el tratamiento con preferencia de los proyectos de ley para modificar el sistema de votación y establecer debates presidenciales obligatorios, solo si obtienen despacho de comisión.

No obstante, cabe recordar que las comisiones que deben tratar estos temas son controladas por el oficialismo y que la reforma electoral tiene un rechazo contundente del Gobierno.

Así lo hizo saber la jefa de los diputados kirchneristas, luego de que Pablo Tonelli (Pro) reclamara el voto electrónico y Pablo Javkin (Coalición Cívica) hiciera lo propio con el sistema de boleta única.

“Cambiar en el medio de un período electoral es una desprolijidad, es escandaloso”, esgrimió Juliana Di Tullio, que además cuestionó al Pro por haber denunciado fraude en las elecciones desarrolladas en Santa Fe y Salta, donde rigen la boleta única y el voto electrónico, respectivamente.

“Respeten a las mayorías populares: les gustan cuando ganan y cuando no ganan, hay fraude”, espetó.

Alberto Asseff (Frente Renovador) y Carla Carrizo (Suma+) tampoco tuvieron éxito cuando pidieron el tratamiento de la iniciativa ya consensuada entre el oficialismo y la oposición para establecer debates presidenciales obligatorios.

La compañera de bloque de Martín Lousteu había reclamado “equiparar derechos entre ciudadanía y dirigencia política”, al argumentar que “en Argentina los dirigentes tienen todos los derechos y los ciudadanos todas las obligaciones” pero “ni siquiera la dirigencia le concede (a los ciudadanos) el derecho a la información electoral”.

El kirchnerismo también rechazó el tratamiento de este proyecto, aunque Di Tullio dijo compartir la opinión de que los debates entre candidatos presidenciales tiene que ser “públicos” para que no sean “negocio de cualquier canal” de televisión.