La diputada del Pro Victoria Morales Gorleri entregó la distinción de interés cultural de la Ciudad al musical “Kolbe, sólo el amor crea”, con libro y dirección de Carlos Abregú, coordinador general de BANUEV y música original de Ángel Mahler. Estuvieron presentes monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires; monseñor Alejandro Giorgi, obispo auxiliar de Buenos Aires; el padre Jorge Twarog, rector de la Misión Polaca Católica en Argentina; el rabino Simon Moguilevsky, del Templo Libertad y líder espiritual de la Congregación Israelita de Argentina.

“La vida de Maximiliano Kolbe y las historias de quienes han padecido el holocausto, me interpela a preguntarme cuáles son los “Holocaustos” de hoy. ¿Cuáles son aquellos “campos de concentración” que padece nuestro pueblo? Creo que tenemos muchos, nuestros niños, nuestros jóvenes, nuestros abuelos, padecen muchos campos de concentración modernos: desde las adicciones, la soledad, la falta de esperanza, la trata de persona… podría nombrar infinidad de “campos de concentración”, podría nombrar infinidad de ‘nazis’, que castigan a nuestro pueblo. La pregunta es ¿entendemos en nuestra alma que sólo el amor nos va hacer cambiar esto?”, manifestó Morales Gorleri.

Durante el encuentro se realizaron tres escenas de la obra. Sobre el final, se presentó la versión oficial argentina de “Bienaventurados los Misericordiosos”. Himno de la Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016 que será cantado frente a miles de jóvenes cristianos de todo el mundo y el Papa Francisco. En ese sentido, Monseñor Alejandro Giorgi envió a los integrantes de BANUEV a brillar y ser testimonio frente a Francisco en la Jornada Mundial y pidió que “no nos dejemos robar la esperanza”.

Por su parte, el artista Ángel Mahler se emocionó al hablar sobre la vida del Santo y concluyó: “Kolbe es la luz que nos va permitir seguir creyendo en la humanidad”. En tanto, Carlos Abregú dijo: “Para mí hacer el musical ha sido un soporte muy importante en nuestra misión de anunciar la Belleza que nos ama, nos sana y nos salva. Es muy emotivo para nosotros este reconocimiento porque es de alguna manera una señal en nuestro camino que nos da la certeza de que a través del arte podemos aportar valores, reflexión y una renovada esperanza en un mundo más amistoso y fraterno”.