La diputada porteña presentó una medida cautelar para que se suspendan las resoluciones que le permiten a la dirección incorporar militantes de La Cámpora al organismo.
La legisladora porteña Graciela Ocaña (Confianza Pública) presentó una denuncia ante la Justicia en la que plantea la existencia de una estructura paralela en el PAMI, que tiene como objetivo incorporar militantes, en su mayoría integrantes de La Cámpora.
Este lunes, la diputada pidió una medida cautelar para que la Justicia suspenda la aplicación de dos resoluciones que emitió el director ejecutivo del Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (Inssjp), el kirchnerista Luciano Di Cesare.
Dichos dictámenes, que llevan los números 559/15 y 560/15, modifican la estructura de todas las Unidades de Gestión Local (UGL), cabeceras de cada región y donde se atiende la mayoría de los 4.600.000 afiliados que tiene el PAMI, la obra social más grande de América latina.
Según informó la legisladora las contrataciones no se tratan de cargos nuevos sino que los ingresos son colocados en lugares que generalmente ocupan trabajadores de carrera del organismo. Así, se duplica la cantidad de personas por área.
La acusación de Ocaña sostiene que “Di Cesare tiene por objetivo acomodar estructuras políticas ineficientes”, en particular con la agrupación que lidera el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner. En 2007, año en el que Ocaña dejó la administración del organismo en manos de Di Cesare, el PAMI tenía una planta de 10.700 empleados. La diputada señaló que actualmente ese número se ha duplicado, ya que cuenta con unos 20.000 (entre trabajadores de planta permanente y contratados).
En declaraciones a La Nación, la ex ministra de Salud sostuvo que “están pagando dos veces para hacer lo mismo. Lo hacen para meter gente de La Cámpora, es así. Lo mismo ocurre en otros organismos del Estado. Pero lo más grave de este caso es que esa plata se la sacan a los abuelos”.
Ocaña explicó que los nuevos puestos que reparte la dirección del PAMI “no tienen funciones claras y eso genera a su vez un retraso en la compra de insumos. Es que al eliminar las estructuras formales y crear las figuras de “referentes”, que no tienen competencias determinadas, en muchos casos no hay quién se haga cargo de tomar las decisiones”.
