El ministro de Economía expuso ante la Cámara de Diputados los lineamientos macroeconómicos del proyecto de gastos y recursos del Estado que regirá para el próximo Gobierno.
El ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, presentó ante la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto 2016, el último impulsado por el matrimonio Kirchner de cara a la transición de gobierno.
La exposición fue ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside el kirchnerista Roberto Feletti, en el Salón Delia Parodi del Palacio Legislativo.
El ministro estuvo escoltado por Feletti, los secretarios Emmanuel Alvarez Agis (Política Económica), Juan Carlos Pezoa (Hacienda), Pablo López (Finanzas), Augusto Costa (Comercio), el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Juan Manuel Abal Medina, y la jefa del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio.
Los diputados ya cuentan desde principios de julio con el “informe de avance” del Presupuesto, elaborado en base a datos del primer trimestre de este año, donde se prevé un PBI del 2,5 por ciento, se descarta acuerdo con los holdouts y se mantiene la política fiscal.
La propuesta de gastos y recursos del Estado para el año que viene ingresó al filo de la fecha máxima establecida por la Ley de Administración Financiera para ingresar a la Cámara baja.
Defensa de las “políticas anti-cíclicas”
El ministro anunció que “tal como marca la costumbre” parlamentaria, no será él sino los secretarios del Ministerio de Economía quienes expondrán el proyecto ante la Comisión de Presupuesto en nuevas reuniones.
Kicillof también rechazó que la presentación del Presupuesto sea un intento del kirchnerismo de “condicionar al próximo Gobierno” al señalar que” es obligación legal presentar el día de la fecha” la propuesta de gastos y recursos del Estado, de acuerdo a la Ley de Administración Financiera.
“La intención de la presentación es cumplir, como se ha hecho con estos doce años, con las leyes; y a nuestro mejor saber entender, darle al Congreso un proyecto de Presupuesto que es adecuado, cumple con las determinaciones que hacen a la situación económica nacional e internacional. Pero no hay intención de condicionar al próximo Gobierno”.
A continuación el ministro aclaró que se presentan “determinados supuestos sobre la situación nacional e internacional”. “Pero es una presentación por anticipado. Es decir que muchas de esas variables que hoy son hipótesis se van a ir develando y conociendo con el desenvolvimiento de los acontecimientos”, insistió.
En este sentido, Kicillof explicó cómo se pensó el Presupuesto 2015: “Si ocurrieran eventos a escala internacional que modificaran los principales parámetros y variables vinculadas a la demanda externa que ponen en marcha la actividad económica nacional (…) que hicieran caer en volumen y precio las exportaciones, ese Presupuesto tenía que ser suficientemente flexible para usar todos los instrumentos y armas de que dispone el Estado nacional para que esa crisis generada en el exterior no afectara las principales variables de la economía nacional: la actividad económica y el empleo”.
“Porque cuando cierran mercados de exportación, una parte de la economía nacional que coloca sus productos de producción en el exterior sufre una caída”, agregó y puso como ejemplo que “el año pasado una tonelada de leche en polvo estaba 5.000 dólares y este año había tocado hace poquito 1.500 dólares; es decir que hay alguna empresa que pierde rentabilidad”.
Señaló entonces que “si hay novedades de las malas en el mercado internacional, no le quepa duda que el Poder Ejecutivo va a tomar medidas contra-cíclicas para impedir que los efectos nocivos de la situación internacional afecten con todo rigor y violencia aquella rama vinculada al comercio externo”.
“Políticas anti-cíclicas significan elevar el nivel de gasto, de ayuda, como hemos hecho en el sector petrolero”, precisó y opuso el caso de Argentina al de Estados Unidos: “Saben que en Estados Unidos los equipos de exploración y explotación en actividad se redujeron en un tercio como simple resultado del precio del petróleo, donde muchas empresas decidieron retirarse del negocio porque no era rentable”.
Y prosiguió: “Hubiéramos pulverizado una parte del producto interno con esas recomendaciones” de achicar el gasto y de que “el mercado interno tenga que regirse por los precios internacionales”.
“Argentina el único país donde la caída del precio del petróleo no redundó en destrucción de trabajo, de capital físico y de perspectiva económica positiva de alcanzar el autoabastecimiento energético”, destacó entonces.
Más adelante insistió: “Cuando la situación se deterioró, en Argentina se utilizaron todos los instrumentos para impedir que una situación con la que nada tenemos que ver, que tiene un origen financiero y geopolítico, no afecte y no nos haga lamentar incrementos en el desempleo como está ocurriendo lamentablemente en países hermanos”. “Nuestra última cifra de desempleo es 6,6 por ciento”, remató.
Diagnóstico optimista
Dicho esto, Kicillof se mostró optimista de cara al rumbo económico: “Suponemos, tal como dicen los consultores nacionales e internacionales, que la economía mundial no va a seguir una caída abrupta sino a mejorar a partir5 del segundo semestre del año que viene”.
“Sobre esa base estamos presentando nuestro Presupuesto para el año venidero”, subrayó y afirmó que “no creemos que los recursos públicos tengan que hacer un esfuerzo enorme como los que estamos llevando este año para que el contagio de la economía internacional no sea pleno”.
Tras cartón, el ministro anunció que el PBI 2015 cerrará en 2,3 por ciento “gracias a todas las políticas que estamos implementando”.
“¿Por qué no hemos sufrido? Primero, porque a nosotros durante estos 12 años por aplicar políticas de industrialización nos pasó que hoy tenemos mayor diversificación de las exportaciones. No vivimos de un solo producto, de forma tal que esa diversificación -que es imperfecta, que le falta- no nos pegue de forma tan fuerte como un país que es mono-exportador de cobre o petróleo”, enfatizó a continuación y sintetizó: “La crisis le pega a cada país tal como cada país se ha preparado”.
El titular de la cartera de Economía sugirió luego cómo debería pensar el próximo equipo económico: “si la economía mundial mejora, cómo aprovechamos eso para que nuestra economía pueda potenciarse más; y si la situación internacional empeora, qué nuevos instrumentos vamos a desempolvar para que esos efectos no se descarguen sobre las espaldas del pueblo argentinos y sobre los que menos tienen”.
En este marco, Kicillof destacó que 2015 “no nos encontró con mega-devaluación, ni arrodillados ante el mercado internacional o ante los fondos buitre, ni aplicando medidas de austeridad y ajuste que en Argentina nunca funcionaron”.
