“Una maniobra política”: así definió el presidente del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, el fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que obliga a repetir las elecciones en la provincia de Tucumán.

“Se trata de una maniobra política diseñada por una parte del Poder Judicial tucumano”, sostuvo Pichetto en un comunicado, y subrayó que “en la historia argentina hay muy pocos antecedentes de nulidades electorales”.

El jefe del bloque kirchnerista en la Cámara alta consideró que “con su decisión, esta Cámara desciende a un momento oscuro de nuestro pasado”.

“El antecedente de nulidad electoral en el que los candidatos electos por el voto popular no pudieron asumir se remonta a una etapa de la historia nacional en que había un gobierno absolutamente condicionado por el poder militar”, recordó el rionegrino.

Así, se refirió puntualmente a “la anulación de las elecciones en 1962 en las que el peronismo triunfó en Buenos Aires con la fórmula Framini-Anglada y tres días después la Presidencia de Arturo Frondizi, condicionada por la fuerte presión militar, decidió anular los comicios”.

“Es de esperar que el Superior Tribunal asuma la plenitud de las facultades que le son propias y dé certidumbres al pueblo tucumano que mayoritariamente votó a Juan Manzur para gobernador”, concluyó Pichetto.