Mientras a pocas cuadras el candidato presidencial oficialista Daniel Scioli presentaba sus “propuestas para el desarrollo” en otro teatro, Sergio Massa hacía lo propio en el Broadway con su programa de gobierno.

Flanqueado por el cordobés José Manuel de la Sota y el exministro de Economía Roberto Lavagna, aseguró que en caso de ganar gobernará con el mandatario cordobés “para construir un país con respeto al federalismo y a la cultura política”.

La presentación fue también la de sus equipos, y sostuvo en ese sentido que “el equipo que hemos armado sabe qué hacer”.

“La economía necesita un gobierno serio”, señaló el tigrense, por lo que dijo que “si el pueblo me da la responsabilidad, voy a gobernar con Roberto Lavagna”.

Prometió que con él “el diálogo va a venir, vuelve la paz social y el respeto por el otro”, y garantizó el mantenimiento de los planes sociales, “con una sola condición: tendrán capacitación”, porque “queremos la dignidad y la cultura del trabajo”.

En un pasaje prometió “la puesta en marcha de la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción”, proyecto por el cual “el que roba en el Estado va a poder ser perseguido por la Justicia hasta el día en que se muera. La sociedad argentina nos va a volver a creer el día en que vea a un corrupto preso y el Estado rematando la casa de ese corrupto”.

“Llegamos hasta acá porque no le debemos nada a nadie, y no le tenemos miedo a nadie. Va a ir preso el que tenga que ir preso, se llame como se llame o haya ocupado el cargo que haya ocupado”, aseguró.

Massa prometió “reglamentar el derecho a la protesta”, garantizó que no permitirá más la “extorsión piquetera”, y garantizó la “reducción de la presión impositiva un 30 por ciento”, “plan de crédito para la vivienda”, “pagar juicios a los jubilados e implementar el 82 por ciento móvil”, “terminar el cepo” y “recuperar la educación pública, de calidad y gratuita”.