El Senado discutirá en comisión el proyecto para ratificar los principios básicos para los procesos de reestructuración de deuda soberana que limita el accionar de los fondos buitre.
Los 12 años de legislación kirchnerista en materia de deuda pública externa concluirán con la ratificación por parte del Congreso de la resolución de Naciones Unidas que limita el accionar de los fondos buitre, impulsada por Cristina Kirchner.
Se trata de los nueve principios básicos para guiar los procesos de reestructuración de deuda soberana, aprobados el 10 de septiembre por la Asamblea General de la ONU con 136 votos a favor, siete en contra y 41 abstenciones.
El propósito del Frente para la Victoria es que Argentina los ratifique por ley antes del cambio de gobierno de diciembre. Para eso, comenzará el tratamiento del proyecto este miércoles en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, donde se espera tendrá dictamen favorable.
El objetivo principal de la resolución es que cuando una restructuración es aprobada por una amplia mayoría de tenedores de bonos, la minoría restante deba aceptarla.
En el caso argentino, esto hubiese impedido que los fondos buitre, el siete por ciento de los tenedores que no entraron en los canjes de 2005 y 2010, pudieran litigar contra el país, tal como hicieron en Nueva York, poniendo en peligro todo el proceso de reestructuración de deuda.
Los nueve principios
– La extensión de los términos financieros de una renegociación al ciento por ciento de los acreedores cuando la propuesta sea aceptada por una mayoría calificada.
– La sustentabilidad de esos acuerdos para permitir a los países recuperar un sendero de crecimiento inclusivo.
– La buena fe implica que debe haber “constructivas negociaciones de reestructuración de deuda soberana y otras etapas del proceso con el objetivo de lograr un rápido y duradero acuerdo de la sostenibilidad y el servicio de la deuda”.
– Transparencia.
– Imparcialidad.
– Legalidad.
– El tratamiento igualitario de los acreedores.
– El reestablecimiento de la inmunidad soberana.
– Que el deudor soberano y la totalidad de sus acreedores se comprometan “en una negociación constructiva para lograr la reestructuración de los pasivos con el objetivo de un rápido y duradero restablecimiento de un nivel sustentable de deuda y el pago de los vencimientos”.
