La iniciativa, enviada al Congreso por la presidenta Cristina Fernández luego del lanzamiento del ARSAT-2, fue aprobada en el Senado.
El Senado avanzó en la sesión de este miércoles en la sanción de la ley de Desarrollo de la Industria Satelital. La iniciativa fue aprobada por unanimidad (44 votos positivos) y será girada para su sanción definitiva a la Cámara baja.
En el recinto, el oficialismo elogió y defendió la propuesta, que este martes había obtenido dictamen favorable en las comisiones de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, y de Presupuesto y Hacienda.
Por su parte, la radical Laura Montero dijo que “es un muy buen proyecto”, pero en la votación particular manifestó la abstención del bloque en dos artículos de la norma referidos a la venta de acciones que requieren autorización del Congreso.
El proyecto de ley de Desarrollo de la Industria Satelital argentina fue anunciado por la presidenta Cristina Fernández, tras el lanzamiento del ARSAT 2.
La iniciativa declara “de interés nacional el desarrollo de la industria satelital como política de estado y de prioridad nacional” y propone, además, la aprobación del Plan Satelital Geoestacionario Argentino 2015-2035.
Ese plan (que el Poder Ejecutivo adjuntó al proyecto como un documento adicional) fija el objetivo de producir en los próximos 20 años ocho satélites más, que se sumarán a los ya lanzados ARSAT-1 y ARSAT-2.
Según detalla el proyecto, el plan tiene la pauta de “incrementar las capacidades generadas en cuanto a la fabricación de satélites geoestacionarios y prestación de servicios satelitales conexos”.
“La construcción de satélites geoestacionarios estará orientada en principio a abastecer al continente americano con capacidad sobre satélites propios y a la venta total o parcial de plataformas satelitales al exterior”, precisa el documento.
En los fundamentos de la iniciativa enviada al Congreso, el Gobierno destaca que el Plan Satelital responde a “la necesidad de proteger las posiciones orbitales atribuidas a la República Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)”.
“La República Argentina no sólo no puede perder las capacidades generadas en cuanto a la fabricación de satélites, sino que debe incrementarlas, aprovechando el conocimiento adquirido y orientando las inversiones en investigación y desarrollo a otras áreas del entramado industrial satelital”, agrega.
El proyecto también declara “de interés público nacional” al Plan Satelital, pero deja al Poder Ejecutivo, por intermedio de la empresa estatal ARSAT, la ejecución de las acciones necesarias para su aplicación.
Por otra parte, en uno de sus artículos, la iniciativa señala que la ARSAT está compuesta en un 51 por ciento por acciones “Clase A” y establece que está “prohibida su transferencia” sin la previa autorización del Congreso, con la aprobación de los dos tercios de sus miembros.
