La denuncia de “espionaje ilegal” a políticos, periodistas, jueces y artistas generó un fuerte cruce entre las diputadas que realizaron la presentación y el juez federal Sebastián Casanello, en cuyo juzgado se tramita parte de la investigación.

Patricia Bullrich, la diputada del Pro que hizo la denuncia junto a su colega Laura Alonso, le apuntó esta mañana al magistrado por intentar demorar el inicio de la investigación.

Entrevistada en radio Vorterix, la diputada y candidata de Cambiemos dijo que Casanello se negó a recibir la ratificación de Alonso. La respuesta del juez no tardó. Minutos después, Casanello dijo que Alonso nunca se presentó y que recién al mediodía “hizo llegar un escrito”.

Alonso y Bullrich presentaron dos denuncias paralelas por el supuesto espionajes a dirigentes opositores, miembros de la Justicia y periodistas porque entendieron que las escuchas se realizaron desde dos oficinas: una ubicada en la Capital y otra en algún lugar del norte del conurbano.

Entonces, Alonso radicó su denuncia en el juzgado de Casanello, mientras Bullrich hizo lo propio en la justicia federal de San Isidro. Le tocó al juzgado de Sandra Arroyo Salgado (la ex mujer del fiscal Alberto Nisman), que se excusó de intervenir en el caso porque figura en el listado de los presuntos espiados. Este expediente pasó entonces al flamante juez federal de San Martín, Emiliano Canicoba Corral, hijo del histórico magistrado de Comodoro Py.

“Alonso pidió ratificarla de manera inmediata pero se le negó, como si se le restara importancia”, contó esta mañana Bullirch. “Alonso no dejó la prueba porque pensó que podía haber un uso de ese material. Ni bien la llamaron después, fue”, agregó la legisladora.

La versión dista de la ofrecida por Casanello. “Es una rotunda falsedad lo que dijo Bullrich. No había nadie más interesado que yo en la ratificación”, señaló el juez, que aseguró que hasta la fiscalía intentó ubicar a la diputada Alonso y no lo consiguió. “Ella debe explicar los pormenores del hecho denunciado. Recién al mediodía recibimos un escrito por parte de la denunciante”, concluyó el magistrado

Casanello se había mostrado sorprendido por la “difusión pública” que había tenido la presentación. Dijo que la difusión de las direcciones de las oficinas desde donde supuestamente se habrían hecho las escuchas puede haber afectado el éxito de eventuales allanamientos. Bullrich se defendió al decir que: “Yo no filtré la información a la prensa”.