Los incidentes de agresión, violencia y desestabilizaciones antes que nada son repudiables, y me solidarizo con mi amigo y colega Roberto Sánchez.

Es un momento en el que tucumanos y argentinos, después de haber elegido a quienes queremos que nos representen, tenemos que dejar que lo hagan. Obstaculizar con fuego su tarea, sus decisiones no es otra cosa que un acto más de falta de democracia y de paz social.

En la provincia de Tucumán todo el proceso electoral fue, a mi juicio caótico, pero tenemos un gobernador que la justicia determinó que el pueblo lo votó y en Concepción hay un intendente elegido por su pueblo, hoy amedrentado y violentado.

Llamo a nuestro Sr. Gobernador a convocar a la paz social, esa paz social que faltó en Sargento Moya, que faltó el día de las elecciones provinciales y que falta hoy en el municipio de Concepción. Le pido al Sr. Gobernador que sus primeros actos de gobierno tengan que ver con soldar los vínculos que durante la era alperovichista se rompieron y que todos los tucumanos somos víctimas de esa forma despiadada de hacer política.

Hacia Roberto, mi querido amigo, todo mi acompañamiento para atravesar esta difícil situación con la sola convicción que es el pueblo de Concepción el que verá los frutos de semejante labor.