En un balotaje histórico, el candidato de Cambiemos se impuso sobre el postulante del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, quien reconoció la derrota. La diferencia fue finalmente de tres puntos. El líder del Pro deberá esclarecer las dudas sobre su gabinete en los próximos días. Gobernará con un Congreso adverso, pero con la Ciudad y la provincia de Buenos Aires a su favor.
Mauricio Macri será a partir del 10 de diciembre el nuevo presidente de la Argentina, tras 12 años de gestión kirchnerista que culminaron en un contundente pronunciamiento por el cambio de rumbo en las urnas. Todo fue celebración en Costa Salguero, donde el jefe de Gobierno porteño, quien se apresta a gobernar un país aún con incógnitas en su futuro gabinete, habló de “cambio de época”.
El candidato de Cambiemos venció por tres puntos al postulante del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, quien lució abatido desde el búnker montado en el NH City y finalmente reconoció la derrota. La diferencia había alcanzado los ocho puntos, pero se redujo con el avance del escrutinio. Fueron 12.884.102 votos para Macri contra 12.170.743 del oficialista.
El líder del Pro tiene a su favor nada menos que la gobernación de los dos distritos más importantes del país, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, que a partir de diciembre quedarán en manos de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Cambiemos también tendrá en su poder las provincias de Jujuy y Mendoza.
No obstante, Macri encontrará una de sus mayores dificultades en el Congreso de la Nación, donde ningún partido contará con mayoría propia, y su bloque deberá encarar negociaciones con el resto, sobre todo en la Cámara de Senadores. Aunque con frecuencia el partido amarillo suele ufanarse de que ha gobernado la Ciudad sin números favorables en la Legislatura porteña.
La victoria de Macri obliga a hacer fuertes replanteos en el seno del peronismo. Así ya lo anticipó uno de sus referentes, el diputado Carlos Kunkel, quien aseguró que desde este mismo lunes empezará un “reordenamiento de las autoridades del Partido Justicialista” de la provincia de Buenos Aires, ante lo cual consideró que debe “verse reflejado el desempeño electoral de cada distrito”.
El porcentaje de voto en blanco fue de apenas el 1,19% y ambas partes involucradas coincidieron en que la jornada electoral se desarrolló con normalidad, a pesar de las denuncias sobre Macri, Scioli, Vidal y la propia presidenta, Cristina Kirchner, por una supuesta violación de la veda electoral.
El voto en las provincias
El presidente electo, Mauricio Macri, se impuso en 9 de los 24 distritos electorales (23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), mientras que su contrincante, Daniel Scioli, lo hizo en los 15 restantes.
En la Ciudad, donde el líder del Pro gobierna desde hace 8 años, el frente Cambiemos superó el 60 por ciento de los votos, siendo en la Comuna 2 (Recoleta) donde arrasó con casi el 80 por ciento.
La provincia de Buenos Aires, “madre de todas las batallas”, estuvo casi empatada entre los dos candidatos. Con el 96,70% de las mesas escrutadas, su actual gobernador se impuso por 50,91 por ciento y Macri se alzó con el 49,09.
En el centro de país, los cordobeses compararon la elección en su provincia con la de un vaso de fernet con cola. Allí, la votación fue clave, ya que Cambiemos registró un poco más del 70 por ciento, y Scioli sólo quedó con el 28,36 de los sufragios.
El postulante del Frente para la Victoria se pudo coronar en Catamarca, Corrientes, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan y Tierra del Fuego.
También lo hizo en Chaco, Chubut, Formosa, Misiones y Tucumán con casi el 60 por ciento de los votos. Asimismo, Scioli se impuso por sobre Macri en Santa Cruz, la provincia donde votó la presidenta; y en Santiago del Estero, donde sacó más del 70 por ciento.
El nuevo mandatario logró consagrase en Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Santa Fe y San Luis. En la región de los Rodríguez Saá, Macri consiguió el 65 por ciento de los sufragios.
