Poco a poco y no sin resistencia los legisladores de Cambiemos se están convenciendo de la idea primera, luego del rodeo al que los sometieron algunas voces que se levantaron de uno de los socios del espacio, ahora la idea está llegando a su punto de cohesión y se impone el bloque conjunto, luego de un cierre general entre los principales socios, el PRO y la UCR.
Un pequeño giro se produjo en las afirmaciones de los dirigentes radicales respecto a la postura de la conformación de las bancadas Cambiemos en la legislatura de la provincia de Buenos Aires. Aquellos dirigentes que se expresaron de manera particular aclaran que será una decisión partidaria.
Lo nuevo y lo tradicional se cruzan en las negociaciones que están desarrollando los dirigentes del PRO, la UCR, la CC y FE; y donde más se nota es la particular conversación que despliegan los republicanos y los radicales. Hasta ahora los dirigentes del PRO aparece como claros dominantes, pues el radicalismo bonaerense todavía no confirmó ningún ministro en el gabinete de Vidal.
Pero en la provincia, a diferencia de lo que ocurrió a nivel nacional, donde el principal interlocutor radical, por cuestiones personales, “derrapó” luego de haber alcanzado la meta, la negociación con el PRO se planteó de “organización política a gobernadora electa”, o en su defecto interlocutores oficializados. Por ello, explican los radicales, todavía no hay ningún dirigente del centenario partido confirmado en cargo alguno en el futuro gobierno de Vidal.
Pero el tiempo es tiempo y es rey, la hora de las definiciones está llegando y hasta ahora siguen sin aparecer los nombres que el partido radical le propone a la futura legisladora, por un lado porque el Pro pretende elegir dirigentes radicales sin el “aval formal”, tal como sucedió en el orden nacional, y por el otro porque el radicalismo espera el momento para hacer el “cierre completo”. Y todos son optimistas, incluso aquellos que especulan que en el arranque el PRO no ceda ningún ministerio o puesto importante, es un gobierno que recién empieza, dicen. Lo contrario sería ruptura antes de empezar y nadie quiere extenderse en esa hipótesis.
Así, mientras el diputado electo Manuel Mosca se acomoda a la idea de ser el futuro Vicepresidente de la Cámara baja, el radical marplatense Maximiliano Abad se prueba el traje de presidente de la bancada, en el Senado el PRO busca una definición entre sus filas para la Vicepresidencia I, Roberto Costa y Nidia Moirano son los nombres que suenan, mientras que el tandilense Carlos Fernández aparece como el jefe de bancada conjunta.
