Mauricio Macri juró como presidente ante el Congreso y brindó el mensaje inaugural de su gobierno. Con la presencia perfecta de diputados y senadores de la nueva coalición de gobierno, y con la marcada ausencia de legisladores kirchneristas y de la presidenta saliente Cristina Fernández, la Asamblea Legislativa le tomó juramento al nuevo jefe de Estado en el recinto de la Cámara baja.

El sucesor de Cristina Kirchner arribó al Congreso a las 11.35 junto a su esposa, Juliana Awada, y tras ser recibido por comisiones de interior y exterior integradas por legisladores de distintos bloques, juró y habló ante el Parlamento durante unos 30 minutos.

Minutos antes, el presidente previsional del Senado y senador nacional por el Pro, Federico Pinedo, le había tomado juramento a Gabriela Michetti como flamante vicepresidenta. Acto seguido fue ella la encargada de hacer lo propio con Macri.

En su discurso inaugural, el nuevo presidente convocó al diálogo para resolver los problemas de los argentinos y se comprometió particularmente para luchar contra la pobreza, el narcotráfico y la corrupción.

Lo hizo ante un recinto con muchas bancas vacías, dada la ausencia de numerosos diputados y senadores del Frente para la Victoria “en solidaridad” con la presidente por los últimos fallos judiciales en su contra.

Uno de ellos determinó que el mandato de Cristina terminaba a las 0 horas del jueves y que por 12 horas, hasta la jura de Macri, la jefatura de Estado recaía en Pinedo. En consecuencia, la mandataria saliente se amparó en este fallo para justificar su ausencia en el Congreso y en el traspaso de los atributos presidenciales en Casa de Gobierno: dijo que no se arriesgaría a que la acusen de usurpar el cargo de presidente por esas horas.

En rigor, Macri se convirtió en el nuevo presidente de los argentinos cuando reciba los atributos presidenciales en un acto en Casa Rosada.

Es el sexto presidente electo desde la recuperación democrática en 1983, luego de protagonizar el primer balotaje de la historia argentina, cuando derrotó al candidato kirchnerista Daniel Scioli por apenas 600.000 mil votos.