En una ceremonia que duró aproximadamente una hora y con la presencia de todos los bloque políticos con representación parlamentaria e importantes funcionario nacionales, provincial y municipales Daniel Salvador y María Eugenia Vidal tomaron posición de sus respectivos cargos provinciales para el período 2015-19.

Las posibles ausencias que en la vísperas se presagiaban finalmente no se produjeron y ya desde el inicio de la Asamblea, con la presidencia de Gabriel Mariotto, se hizo presente el cambio en azuzaron los nuevos funcionarios. El recinto se mostraba tranquillo y los palcos no estaban poblados de barras. Pocas banderas adornaban las barandas y se previa una ceremonia muy apegada al protocolo.

Las presencias del presidente electo Mauricio Macri, del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, del gobernador saliente Daniel Scioli, como así también de varios ministros de su gestión como de la futura, le dieron a la Asamblea un sesgo de madura convivencia democrática y espíritu republicano.

En el mensaje que para cerrar dejó la flamante gobernador María Eugenia Vidal no se encontraron cambios profundos respecto que lo que vino sosteniendo a la largo de la campaña electoral, pero el modo de interpelar al que apela permanentemente la dirigente y su tono intimista cobró otra dimensión en el este contexto donde suelen escucharse discursos en otros tonos.

Pero más allá del ánimo conciliador que se respiraba la gobernadora encontró el momento para marcar que su gestión “no va a ser fácil, ni vamos a cambiar todo en un día; no voy a hacerme la superpoderosa, quiero hablarles como una bonaerense más…, me duele mucho el abandono que veo en la Provincia”.

Y, a continuación, detalló “en lo que respecta a la economía, recibimos una Provincia quebrada, deficitaria, y llena de deudas, incluso en las áreas más sensibles. Pero la mayor deuda es con los vecinos porque la ausencia del Estado en muchos lugares es grave”.

Ya en el final, Vidal dedicó “este día tan importante para mi” a su abuela que como tantos bonaerense, y argentinos, llegó al conurbano bonaerense en la década del ’40 desde General Pinto, un distrito del noroeste provincial.

Y dijo “Antes de irme, como mujer, quiero tomarme un momento para hablarles a todas las mujeres bonaerenses, a todas las profesionales, mamás, estudiantes, abuelas, comerciantes, maestras… a cada mujer quiero decirle: la provincia las necesita”.

“Vivimos en un tiempo que desafía las tradiciones. Por primera vez en nuestra historia, la Provincia que todos decían sólo podía ser gobernada por los “varones” va a ser gobernada por una mujer. Eso también habla de nuestro tiempo y habla de los nuevos liderazgos que podemos asumir las mujeres, aportando nuestros valores, nuestro cuidado, nuestro amor”, sostuvo la gobernadora de la provincia de Buenos Aries, en su primer mensaje como tal ante los legisladores de la provincia de Buenos Aries.