La polémica designación de jueces para el Tribunal Supremo dispuesta por el presidente motivó numerosas acciones judiciales -a favor y en contra- que el proceso abierto en la Cámara alta ha desactivado.
La Cámara Federal de Mar del Plata consideró “abstracto” el planteo hecho por el Gobierno contra la cautelar del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, que había considerado inconstitucional el decreto del Gobierno.
El tribunal actuó de ese modo al entender que como el Ejecutivo ya inició el proceso para que los nombramientos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz sean aprobados en el Senado, los planteos son abstractos.
Lo mismo hizo y con el mismo argumento la Cámara Federal de Mar del Plata respecto a la recusación planteada por el Poder Ejecutivo contra el citado magistrado, al que vinculó con el kirchnerismo por ser integrante de Justicia Legítima.
Lo cierto es que la Cámara no se pronunció sobre el fondo de la cuestión, que es la validez o no del decreto que nombró “en comisión” a esos dos jueces para la Corte Suprema de Justicia. Pasa que al haberse postergado las asunciones decididas por el presidente Macri, para el tribunal no hay causa tratable.
