El diputado Leonardo Grosso denunció que sólo dos integrantes de la comitiva legislativa que viajó a Jujuy pudieron reunirse con la funcionaria judicial, y que estuvieron custodiados por policías de Infantería.
Una comitiva de diputados nacionales y del Parlasur del Frente para la Victoria viajó a Jujuy para dialogar con la fiscal Liliana Fernández Montiel, que interviene en la causa que tiene hace cinco días detenida a la dirigente Milagro Sala, pero el encuentro “fue muy malo”.
Así lo sostuvo el legislador nacional Leonardo Grosso, integrante de la delegación, quien comentó que sólo él y su par Edgardo Depetri pudieron entrevistarse con la funcionaria judicial, custodiados por policías de Infantería.
Los diputados se presentaron en las puertas de la Fiscalía de Investigaciones de San Salvador de Jujuy “en medio de un inusual y desmedido despliegue policial”, s
egún informó Grosso al culminar la audiencia.
“El balance del encuentro es muy malo”, aseguró, y agregó: “Nos recibió sin ninguna voluntad de diálogo, planteando que ella no tiene en su poder ninguna decisión sino que todas las decisiones las toma el juez (Mercau)”.
Para Grosso, “esta fiscalía es una delegación del gobierno de la provincia, no tiene ninguna autonomía y no existe la Justicia independiente, es totalmente dependiente de la estrategia política de persecución a la organización Tupac Amaru que viene desarrollando el gobernador Morales”.
La comisión de diputados nacionales y del Parlasur arribó a Jujuy con el fin de repudiar la detención de Sala y exigir su inmediata liberación, en un reclamo que trasladaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a través de una medida cautelar.
