El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, admitió que “en el Congreso de la Nación se va a reflejar permanentemente lo que ha quedado de estos últimos diez años, porque es donde tienen el núcleo duro de La Cámpora dentro del recinto. Y lamentablemente desde el 10 de diciembre que he asumido, me cuesta mucho dialogar y tener un buen trato con este espacio político”, aunque dijo esperar que “con el tiempo esto va a normalizarse”.

Con relación al despacho, señaló que su función es “administrar la casa”, lo cual establece entre otras cosas el otorgamiento de los despachos, “que tiene que ver con los resultados electorales, o con las representaciones del Cuerpo, que van a variar cada vez que hay una elección”. Esa representación se refleja, dijo, en la cantidad de asesores que tiene cada diputado, y en sus despachos.

Monzó recordó que el kirchnerismo viene de 12 años de triunfos, pero advirtió que “la Cámara está tergiversada en cuanto a recursos físicos y recursos personales o económicos, porque todavía refleja un recinto de años anteriores. Así que la tergiversación es muy grande. Lo que estamos tratando de hacer en la nueva administración es reflejar la representación en el recinto en la distribución de esos recursos”.

En diálogo con radio Mitre, Monzó aclaró que “el despacho no es de Máximo (Kirchner); puede llegar a ser de Máximo”. Dijo que el tercer piso, en el año 2007 el entonces presidente del bloque FpV, Agustín Rossi, pidió que fuera enteramente de esa bancada, basado en el resultado de las elecciones de 2007. “El presidente de la Cámara de ese momento le otorgó el tercer piso completo al Frente para la Victoria, cuando tenía 120 diputados nacionales; hoy tiene 95, por lo tanto ya en el tercer piso los metros cuadrados que se distribuyen son distintos. Lo que estoy haciendo es distribuir los metros cuadrados en cuanto al resultado electoral de la representación a partir del 10 de diciembre”, explicó.

Emilio Monzó advirtió que “ellos todavía no aceptaron y no asumieron el resultado electoral y el cambio de Gobierno que ocurrió el año pasado. Y en el lugar más difícil que esto se va a asumir es el recinto de la Cámara de Diputados”.

Monzó admitió que hubo una toma por la fuerza del despacho, y lo sumó a las dos denuncias penales que tiene de parte del FpV en su contra, cosa que consideró “un récord para un presidente de la Cámara de Diputados”.

“Dos denuncias penales, ahora violentaron el despacho… Es difícil la relación desde el punto de vista del diálogo… Y la verdad que yo vengo del peronismo; estoy afuera porque me expulsó el kirchnerismo, así que conozco mucho a los actores que están dentro de ese bloque. Muchos de ellos tienen muy buen diálogo y hasta son amigos, pero hay un núcleo mucho más duro que es imposible conversar. Si te hacen como presidente del bloque o como persona una denuncia penal, es muy difícil recuperar el diálogo”, advirtió.

Se quejó en ese sentido de que “las formas siempre fueron las mismas: mucha prepotencia, imposición, y ahora pasa esto con los despachos. Pero bueno, esperemos que esto no sea rutina durante todo el año”.

Para terminar, Monzó contó que el despacho está “tomado”. “Sí, creo que se quedaron a dormir anoche ahí… Por eso, a lo mejor ese despacho es sensible a alguna mística, y no tengo problema de que ese despacho sea de Máximo Kirchner; lo que hay que hacer es recuperar esos metros cuadrados con otro despacho de otro diputado nacional, porque hay hasta autoridades de la Cámara que hoy no están dentro del palacio”, expresó.