El Gobierno de la Ciudad dio marcha atrás a la licitación a una empresa que permitía instalar un bar en el Parque Chacabuco. Gracias al pedido de los vecinos, quienes a través de correos electrónicos, llamadas telefónicas, redes sociales, notas a los legisladores y marchas por el barrio reclamaron contra la medida, autoridades gubernamentales aseguraron que se dará “prioridad” al espacio público y hasta se evaluará una modificación en la ley de bares.

La iniciativa fue sancionada en 2014 y promueve la instalación de bares en los parques de la Ciudad de Buenos Aires. La ley, de autoría del legislador José Luis Acevedo (Pro) fue aprobada con 36 votos positivos. La norma establece que aquellos parques y plazas porteñas que tengan más de 50.000 metros cuadrados podrán ser utilizados por concesionarios privados para abrir comercios de venta de “golosinas, productos de confitería u otros alimentos”.

El diputado Adrián Camps (PSA), quien había presentado un proyecto para que el parque quede exceptuado de la aplicación de la ley de bares, catalogó la medida como una “victoria de los vecinos de Asamblea Parque Chacabuco y defensores de espacios verdes”.

El Parque Chacabuco posee, desde hace más de 35 años, un local destinado al expendido de alimentos y/o bebidas, ubicado bajo la Autopista 25 de Mayo, que se encuentra perfectamente habilitado y en funcionamiento. Además, cuenta con dos espacios para espectáculos teatrales de tipo callejero y un teatro con 289 plazas; una estación saludable y dos sectores para realizar actividad física -el polideportivo y la pista de atletismo-.

Por otro lado, diversas construcciones realizadas a través de los años le han quitado gran parte del espacio verde original: una entrada al subterráneo, cuatro escuelas, una cancha de fútbol con plateas, una pileta de natación con sector de vestuarios y administración, un tramo de autopista y las construcciones que existen debajo de la traza.