Diego Guelar, el hombre elegido por el presidente Mauricio Macri para hacerse cargo de la embajada argentina en China, se presentó ante la Comisión de Acuerdos del Senado en busca de su aprobación con un mensaje alentador.

“No estoy yendo a administrar una ruptura con la República Popular China; sería descabellado”, aseguró en medio de los temores por un giro en las relaciones diplomáticas por parte del Gobierno macrista.

“No puedo imaginar un escenario de ruptura, más allá de eventuales modificaciones. El escenario de ruptura sería ahistórico, inimaginable”, reforzó Guelar, que destacó la palabra “continuidad” en varias partes de su discurso ante los senadores.

Además, destacó que ambos países mantienen una “alianza estratégica integral”.

El mensaje recibió el beneplácito de Cambiemos y de los opositores del Frente para la Victoria, el bloque más numeroso del Senado y que tiene la llave para su aval parlamentario.

“Tomamos como positivo tu mensaje de presentación: el concepto de continuidades. El hecho de continuar nos parece muy importante”, lo saludó el jefe de los senadores kirchneristas, Miguel Pichetto, quien adelantó su apoyo en la votación del pliego.

Aun así, el rionegrino no dejó de manifestar algunas preocupaciones, como el “contrabando” a China por parte de empresarios que buscan evadir impuestos. “Que no se nos vayan productos por Paraguay para no pagar retenciones”, pidió.

Las que no se mostraron muy conformes con la presentación del embajador -designado por decreto- fueron las senadoras nacionales por Santa Cruz, María Labado y Virginia García, a tono con las versiones de que Macri analiza frenar la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, iniciativas de Cristina Kirchner que cuentan con importante financiamiento chino.

“Desde hacerla a no hacerla, siempre va a ser ligado al consenso nacional, a la opinión de la participación de China”, se limitó a decir Guelar e informó que el Poder Ejecutivo realiza un informe técnico sobre el ambicioso proyecto.

Otro tema que inquietó a los kirchneristas fue la posibilidad de cambios en el contrato para la construcción de una estación espacial en Neuquén, que la otrora oposición rechazaba con la sospecha de que sería utilizada para actividades militares.

“Se dejó de lado toda posibilidad de utilización militar”, aseguró Guelar en alusión al contrato que firmaron Argentina y China, luego ratificado por el Congreso.

Ante el pedido del senador kirchnerista Ruperto Godoy (San Juan), Guelar aclaró que pretende que la política de memoria, verdad y justicia no adquiera un carácter partidista, vinculado al kirchnerismo, sino que sea de toda la sociedad.