El embajador en el país hermano obtuvo el respaldo de los senadores de Cambiemos y del Frente para la Victoria. Sostuvo que el Gobierno quiere “ir más allá de una negociación comercial” con los países de la región.
Guillermo Montenegro fue el primero de los embajadores designados por decreto presidencial en presentarse ante la Comisión de Acuerdos del Senado en búsqueda de su aval parlamentario.
El hombre elegido por Mauricio Macri para conducir el consulado en Uruguay admitió que la sede argentina en el país hermano se encuentra en buenas condiciones, sin pasivos, y adelantó que espera trabajar con énfasis en temas ambientales y de lucha contra el narcotráfico.
El exministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires fue bien recibido por los dirigentes de Cambiemos e incluso por los opositores del Frente para la Victoria, que le desearon suerte en su nueva tarea.
El único que le hizo una observación fue el formoseño José Mayans, quien le pidió expresamente que al igual que su antecesor, el kirchnerista Dante Dovena, participe de las sesiones del Parlamento del Mercosur, con sede en Montevideo.
“¿La idea (del Gobierno) es fortalecer el Mercosur?”, lo interrogó el kirchnerista Ruperto Godoy (San Juan), quien se mostró dubitativo acerca de las intenciones del nuevo Gobierno para con la región.
Montenegro le respondió que la idea es “potenciar” los lazos con el resto de los miembros del bloque regional e “ir más allá de una negociación comercial”.
