Finalmente, el jefe de Gobierno de la Ciudad y el presidente de la Nación inauguraron oficialmente las sesiones ordinarias en la Legislatura y el Congreso de la Nación, respectivamente. Durante días los medios que apoyan ambas gestiones (es decir, a la Alianza Cambiemos) hablaban de las “expectativas” que generaban sus discursos.

Sin embargo, lo que pudo escucharse fue una continuación de sus discursos vacíos de campaña, pero sin las promesas que despreocupadamente lanzaron durante todo el 2015. Claro, ahora se trata de gestionar el Estado y no de ganar una elección. Incluso el cambio de manos en la Ciudad volvió más cauto a Larreta: pese a estar “muy orgullosos de la herencia recibida”, lo que les ofreció a los porteños suena más bien a poco.

Lo de Macri en la Nación discurrió en un tono similar, solo que en su discurso sí pudo responsabilizar de todo lo que no va a hacer a la anterior gestión. “A todos nos gustaría ir más rápido, pero tenemos que ser muy responsables frente al estado de fragilidad en que recibimos nuestra economía”, sintetizó. Y presentó una herencia tan inverosímil que parece que el presidente no viviera en nuestro país.

Lo que primó fue una puesta en escena de la “Nueva Argentina” de la concordia que quieren vender, cuando a tan sólo unos metros de la Legislatura y el Congreso trabajadores bancarios eran reprimidos por las fuerzas de seguridad, en un intento por impedir que marchen y protesten contra las medidas del Gobierno.

Volvemos a decir que no le creemos nada a Macri ni a Larreta, que sus promesas de “unificar a los argentinos”, “donde la igualdad no sea uniformidad” con una “diversidad inclusiva y celebrada” son mentiras, cuando Milagro Sala sigue presa injusta e ilegalmente. Y cuando siguen criminalizando a la protesta social y a la militancia política.

Nos oponemos a sus políticas de libre mercado, de endeudamiento para pagar deuda, de achicamiento del Estado. Y llamamos a todas las fuerzas políticas y sociales a enfrentar el modelo que intentan imponer, en pos de la defensa de los derechos de todxs los habitantes del suelo argentino.