El diputado nacional Luis Petri (UCR-Mendoza) expresó que “una de las discusiones que tiene que darse el Congreso, es una verdadera reforma tributaria teniendo en cuenta a los más postergados”, a la vez que con el objetivo de impulsar la industria vitivinícola, presentó un proyecto con el objeto de promover la eximición de los vinos espumantes de pagar la tasa de 12% en concepto de impuestos internos de manera ininterrumpida por ser considerados un bien de consumo suntuario a cambio de inversiones, mediante una ley, sin la necesidad de esperar un nuevo decreto de necesidad y urgencia cada año.

“Este proyecto propone una solución definitiva y plenamente legítima, que redunda en mayor certeza jurídica para dotar de mayor previsibilidad al sistema y favorecer la inversión productiva en el sector. A esto se suma el rol estratégico del sector vitivinícola en la promoción de las economías regionales de las provincias cuyanas y la diversificación de la matriz productiva del país”, sostuvo Petri, quien añadió que “el sector es una importante fuente de empleo que promueve el trabajo calificado en la región andina y genera divisas para el país mediante la exportación de productos de alto valor agregado”.

“El sector se obligó a realizar inversiones por más de 150 millones en 10 años, lo cual produjo un fuerte impulso a una industria que venía alicaída, con pérdida de mercados. Este gravamen fue una medida que se pensó inicialmente para tres años y se terminó prorrogando por más de 10. Durante ese período se incrementó notablemente el consumo, prácticamente una botella de champaña se consume anualmente por persona en la República Argentina; en 2011 se consumían 31 millones de litros y llegó a 41 millones en 2013 y es un mercado que sigue creciendo. Los vinos espumantes son los únicos gravados de toda la cadena vitivinícola, colocándolo en una situación de injusticia, ya que hace mucho tiempo dejo de ser un bien suntuario en razón de su bajo precio y alta accesibilidad. El gravamen perjudica la competitividad de este producto no sólo en el mercado interno sino en el internacional también”, remarcó.

Petri dijo: “Esperamos que esta ley se defina pronto, ya que hay proyectos que cuentan con media sanción y supone la voluntad política de solucionarlo.”, explicó el legislador que agregó: “Creemos que hay que hacer una redistribución en todo el sistema tributario argentino, como eliminar IVA para productos de la canasta básica tal como explicó el presidente Macri en su discurso y que exige otra mirada de la presión tributaria y sobre quienes se ejerce dicha presión. Una de las discusiones que se tiene que darse este Congreso en una verdadera reforma tributaria que en definitiva tenga en cuenta a los más postergados. Este Congreso debe tomar la potestad legislativa y que sea a través una ley que se termine desgravando definitivamente a los vinos espumantes de este injusto gravamen que pesa sobre ellos. Vamos a bregar por la sanción de una ley que dé solución definitiva al problema”, concluyó.

El proyecto de Petri fue acompañado con su firma por su colega de bancada Luis Borsani, quien sostuvo que “la elaboración y venta de espumantes ha sido una de las grandes innovaciones de la industria mundial de vinos a la cual nuestro país se sumó con éxito e impulsó una expansión empresarial importante, generación de valor agregado y empleo. La expansión del mercado de espumantes se convirtió en una alternativa muy interesante para muchos productores que no hubieran tenido destino para esas uvas. El Impuesto Interno a los espumantes es una distorsión considerable que puede afectar decididamente su futuro y que se transformaría en una muy mala señal de política económica en detrimento de un sector de alto valor agregado”.