Un día después de la presentación del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso de Prat-Gay, del proyecto para salir del default, en la Cámara de Diputados, quien protagonizó con el funcionario el contrapunto más notorio de la reunión, Axel Kicillof, descargó una batería de tuits contra el acuerdo.

Lo hizo al estilo de CFK, con 22 mensajes en los que sostuvo que el ministro y sus secretarios no habían respondido “ni una” de las preguntas formuladas por los diferentes bloques el viernes pasado. “En lugar de explicarnos de qué se trata cada acuerdo los funcionarios intentaron -de nuevo- culpar al gobierno anterior”, sostuvo, y desafió a Prat-Gay diciéndole: “Si el ministro quiere sesión especial para discutir otra vez el acuerdo con el Club de Paris estamos a disposición”.

El ministro le endilgó a Kicillof haber hecho un mal arreglo con la entidad de crédito, por el cual pagó punitorios sin objetar nada, todo en una negociación relámpago de 48 horas. Según el diputado Kicillof, los dichos del ministro “son mentiras”. “Fueron, por lo menos, 7 meses de negociación, entre noviembre de 2013 y mayo de 2014 para arreglar un conflicto que tenía más de 50 años”.

Kicillof presentó como “novedoso” en el acuerdo alcanzado que se lograra “pagar en cuotas con tasas razonables y sin que el FMI condicionara la política económica del país. Algo inédito para el Club de París. No es idolología, es soberanía”.

Sostiene el exministro que la comparación perjudica a Prat-Gay, por cuanto “una cosa es entregarse a los buitres y otra bien distinta es cerrar una negociación beneficiosa con 19 ministros de Economía del mundo”.

En sus tuits, consideró “más cortinas de humo” que “nos pongan a discutir estos temas que no son trascendentales en este momento”. Kicillof sostuvo que “para aprobar el proyecto necesitamos respuestas sobre los acuerdos. Conocer, por ejemplo, las comisiones a pagar por la emisión de deuda”, y se preguntó “por qué a Singer se le reconocen 235 millones por pago a sus abogados”.

Acusó al Gobierno de haber contestado “imprecisiones” sobre los riesgos legales que implica derogar la ley cerrojo, y si bien dijo coincidir en la necesidad de solucionar el tema, sostuvo que no debe hacerse “creando nuevos problemas, no a cualquier costo”.

Según Kicillof, “esto es pagar deuda con deuda. Por lo que vimos quieren aumentar la deuda externa con privados en un 50%. Y ni un dólar entraría al país”.

“Si les das todo lo que piden es fácil llegar a un acuerdo. Se llama rendirse”, disparó en otro tuit, agregando que “para nosotros hubiera sido cómodo, fácil y rapidito ‘arreglar’ así en 2014. Pero tuvimos la responsabilidad de negociar sin poner en riesgo el futuro del país. Esto no es una negociación es una capitulación”.

Sostuvo que “arman una puesta en escena para extorsionan al Congreso diciendo que si no se aprueba ya, a libro cerrado, caemos en desgracia”, y lo comparó con el megacanje y el blindaje. Aseguró que el Gobierno presenta “al endeudamiento como la puerta al paraíso y la historia argentina nos enseñó que la deuda externa nunca benefició a las mayorias. Por el contrario: nos empujó al infierno de 2001”.