Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, en reconocimiento a la lucha de aquellas mujeres neoyorquinas que fueron asesinadas en esta misma fecha, a principios del siglo XX. Desde hace décadas que esta fecha tiene una significación muy grande para profundizar la lucha por la igualdad de género.

El asesinato de las 129 obreras textiles ocurrió tras un incendio, causado intencionalmente por los propios dueños de la fábrica para desarticular una huelga en la que se exigían mejoras laborales. La opresión de la mujer pudo visibilizarse en aquella oportunidad, no obstante es un flagelo que aún padecemos.

Algunos de los lamentables casos que podemos vincular en cuestiones de género giran en torno a las víctimas de la violencia de género, los femicidios, la trata de personas con fines de explotación sexual o la inequidad en los ámbitos laborales.

Hoy quiero destacar la tarea cotidiana de cada una de las mujeres en la lucha. Es admirable el trabajo y empeño que día a día ponen en los diferentes ámbitos: desde la profesional u obrera, hasta las incansables amas de casa.

Nuestro género significa un aporte fundamental a la sociedad. Por ello, no bajemos los brazos, mantengámonos unidas y tengamos siempre presente que a lo largo de nuestra historia hemos derribado muchos muros. Con cada uno de esos pasos hemos contribuido a la construcción de un futuro más justo.

Como decía Evita, inspiradora de tantas luchas: “Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar”.

Buscamos ni más ni menos que revertir siglos de desigualdad y opresión, para concretar el sueño de una sociedad más justa.

¡Muy feliz día a todas! ​

Senadora Silvina García Larraburu​