Como recordatorio de la última dictadura cívico-militar que sufrió la Argentina, se dispondrán placas en la Legislatura porteña, la plaza Bernardo Houssay y la ex ESMA.
En conmemoración al 40º aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, la Legislatura porteña aprobó la colocación de tres placas recordatorias, en diferentes puntos de la Ciudad.
Por iniciativa de Pablo Ferreyra (FpV) se dispondrá una placa en la propia Legislatura porteña. El diputado señaló que “como todos los años, este 24 de marzo (Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, según la ley 25.633) volveremos conmemorar una de las fechas más oscuras y tristes de la historia Argentina. Miles de homenajes en los barrios, charlas en las escuelas y una innumerable cantidad de eventos recordaran un nuevo aniversario del nefasto golpe militar genocida de 1976”.
En tanto, otra de las placas será puesta en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex ESMA), ubicado en la Avenida del Libertador 8.151. Para Maximiliano Sahonero “el propósito de la placa será preservar la memoria colectiva de esta cruel etapa de la historia argentina para la concientización de las actuales y futuras generaciones de las consecuencias irreparables que trajo aparejada la sustitución del Estado de Derecho”.
La tercera placa fue propuesta por el legislador Marcelo Guouman (SUMA+), y se colocará en la plaza Bernardo A. Houssay, en homenaje a la memoria de los estudiantes asesinados y desaparecidos de la Universidad de Buenos Aires durante la última dictadura militar.
“Hacia dentro de las universidades de todo el país fueron abolidos los principios de la Reforma Universitaria así como todo tipo de participación política estudiantil, siendo las mismas intervenidas por el poder militar. La dictadura restringió el acceso a la Universidad, redujo el número de inscriptos por carreras, aranceló trámites administrativos y cambió los planes de estudios a su gusto”, recordó.
Para Guouman “la ubicación de la misma en la plaza Houssay guarda una significancia fundamental ya que ésta fue y será un escenario de debate histórico para el movimiento estudiantil. Sus bancos, sus caminos y su marco guardan el espíritu convulsionado de los estudiantes. Además, dicha plaza posee una importancia simbólica remarcable para todos los alumnos de la Universidad de Buenos Aires”.
