Los legisladores Lorena Pokoik y Pablo Ferreyra (FpV) presentaron un pedido de informes al Gobierno de la Ciudad sobre la aplicación de la Ley de Centros Culturales, la que denuncian, no se está aplicando pese a tener sanción definitiva y estar publicada en el Boletín Oficial.

Durante el 2015 se sancionó la ley 5.240 y su complementaria 5.369. Estas dos leyes, aprobadas por unanimidad, surgieron como respuesta del bloque Frente para la Victoria a la ola de clausuras denunciada por el sector entre los años 2014 y 2015.

Según fundamentan los diputados: “habiendo sancionado una ley cuyas clausulas resultan plenamente operativas, no se entienden las razones por las cuales el Gobierno de la Ciudad sigue sin reconocer esta actividad, impidiendo la adecuación e inscripción de los Centros Culturales y persistiendo con las clausuras”.

En este sentido, Pokoik afirmó que “ahora que no hay excusas para seguir con las clausuras arbitrarias, no entendemos por qué el Pro le da la espalda a los Centros Culturales y se niega a implementar la ley. Larreta dijo al inaugurar las sesiones que Buenos Aires es la Ciudad de la Cultura, si esto es así, se debería democratizar el derecho a la cultura para todos los habitantes, y no que sólo la puedan disfrutar unos pocos”.

Por su parte, Ferreyra indicó: “esta situación refleja la concepción cultural de la gestión macrista y su persecución a las propuestas que permitan una cultura diversa. En estos tiempos, donde cada día son más las voces que enfrentan el ficticio relato oficial de una ciudad abierta y plural, nos preocupa en sobremanera que los Centros Culturales sigan sufriendo estos problemas, que intentamos impedir cuando redactamos la ley que hoy está vigente pero el Ejecutivo no la respeta”.

En tanto, Federico Putaro, miembro de Construyendo Cultura, que nuclea a más de una veintena de espacios culturales de la Ciudad de Buenos Aires, declaró que “pese a tener las leyes vigentes, seguimos recibiendo clausuras, y cuando queremos ir a inscribirnos en el Registro nos dicen que la categoría de Centro Cultural no existe. Somos más de 300 espacios con los papeles en la mano y la ñata contra el vidrio. Hay que dejar de clausurar, y empezar a habilitar”.