La izquierda quiso que se votara un repudio a lo que definió como “un golpe institucional” y cosechó la adhesión del kirchnerismo, pero el oficialismo argumentó razones reglamentarias para postergar el tratamiento del tema en el recinto.
Tal cual viene sucediendo en todas las sesiones que se han realizado este año en la Cámara baja, la diputada Myriam Bregman abrió la sesión habilitando una nueva polémica. Lo hizo al pedir la palabra para presentar una “moción de orden” para que el cuerpo votara “un repudio al golpe institucional que está ocurriendo en Brasil”. La diputada de izquierda dijo que la situación que se vive en el país vecino representa “un gravísimo antecedente por si la derecha triunfa en Brasil”.
Así las cosas, Bregman pidió que la Cámara votara de manera nominal “un repudio a ese golpe institucional y la solidaridad con el pueblo trabajador de Brasil”.
Tomó la palabra entonces el titular del interbloque Cambiemos, Mario Negri, para aclarar, “sin ánimo de abrir polémica, ni siquiera ingresar a la discusión”, que para habilitar ese tratamiento el pedido debía formalizarse en un proyecto. Pero puntualizó que la presente era “una sesión específica”, y que el tema debía quedar para la próxima sesión sobre tablas, donde tendrían el derecho de incorporarlo y pedir su tratamiento.
Ante ello, el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, quiso dar por cerrada la cuestión señalando que se plantearía para la sesión del miércoles venidero, y aclaró que no había sido presentado el proyecto. Rechazando esa postura, la diputada Bregman se levantó para alcanzarle la iniciativa en cuestión. “No es un proyecto, ni tiene fundamento”, replicó Monzó, que ante la insistencia opositora aclaró varias veces: “No hay un proyecto, diputada, no tiene fundamentos, no está firmado siquiera. No hay proyecto, no tiene fundamento”, e invitó al jefe de Gabinete a ingresar. “¿Qué quiere que vote, diputada?”, agregó ante la insistencia de Bregman.
Intervino entonces el jefe de la bancada FpV, Héctor Recalde, quien pidió votar como pedía la legisladora de izquierda, al considerar que el tema era “un argumento suficiente para que se vote; además, no altera que sea en esta sesión o la que viene”, dijo.
Negri volvió a negarse, munido ahora del reglamento. Se amparó en el artículo 198, aclarando que “es una sesión informativa, excluyente del jefe de Gabinete, no tiene otro tema parlamentario”. Remarcó que según el reglamento de la Cámara baja, en esas sesiones ni siquiera se votan otras cuestiones y le atribuyó a la oposición “no haber leído el reglamento, y si es de mala fe, la picardía la hacen en otro lado”.
“Le corresponde a la presidencia poner el orden; el reglamento no contempla ni mociones de orden, ni apartamiento del reglamento. A lo sumo, con un caso excepcional como es la muerte de un colega (por el diputado Gerardo Bellocq, fallecido el día anterior)), se pueden dedicar unos minutos para un homenaje”, puntualizó el jefe del bloque radical, y ante los gritos de la oposición rechazó “estirar como un chicle el reglamento”.
La situación parecía a punto de desmadrarse. Negri quiso dar el tema por cerrado y dejando de lado las formas replicó: “¡Andá a cantarle a Gardel!”. Monzó, en tanto, hizo su propia acotación: “No jodan, no, no”, rechazó habilitar el debate.
Con la cuestión supuestamente saldada, y ya con el jefe de Gabinete en el recinto, se realizó un homenaje al fallecido Gerardo Bellocq, pero antes de que arrancara el informe del jefe de Gabinete intervino el kirchnerista mendocino Guillermo Carmona, quien dijo sentir “una fea sensación”. En ese sentido planteó la “enorme preocupación de que no podamos expresarnos en favor de la democracia en Brasil”, y sostuvo a continuación que “el artículo 127 es claro respecto de la moción de orden. Debería haberse votado” la propuesta de Myriam Bregman. Pero señaló que “más allá de esta negativa, necesitamos un compromiso concreto de que este tema sea tratado. Quiero proponer que en Labor Parlamentaria se consensúe un compromiso de que esta Cámara se pronuncie respecto de la situación en Brasil”.
Interpelado por Carmona para dar una respuesta, Negri insistió en que “en esta sesión no se votan proyectos”, y aclaró que no tenía ningún inconveniente en expresarse sobre el tema en Labor Parlamentaria.
Como en otras sesiones, intervino entonces la jefa del bloque Federal Unidos por una Nueva Argentina, Graciela Camaño, para diferenciarse del resto de la oposición. Tras lamentar seguir “enredados en la famosa grieta”, preguntó: “¿Cómo no vamos a estar de acuerdo de expresarnos en un tema tan delicado y hasta bochornoso como lo que está ocurriendo en Brasil? Pero también es cierto que el reglamento y la Constitución prevén que esta es una sesión informativa, en esta sesión no hay debate, y lo que dice el reglamento es en torno al debate parlamentario. Las mociones se pueden presentar en el debate parlamentario. Y esta es una sesión informativa, no corresponde que hagamos mociones de ninguna índole durante el informe del jefe de Gabinete”.
Por último, el diputado del FpV-PJ José Luis Gioja fue ecuánime. Un día después de haber sido consagrado como futuro presidente del PJ, el sanjuanino aclaró que siempre pensó que “la política es diálogo” y tras aclarar que coincidía tanto con Bregman como con Camaño, directamente le preguntó al jefe de Gabinete, que asistía desde hacía varios minutos a la discusión, cuál era la postura del Gobierno nacional respecto de la situación que se vive en Brasil. Marcos Peña dijo que primero daría su discurso, y durante la sesión se expresaría sobre el tema.