Luego de que las centrales obreras insistieran con la necesidad de una ley antidespidos, el jefe de Gabinete pidió a la Cámara baja escuchar la opinión de funcionarios del Gobierno.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, salió a poner paños fríos luego de la multitudinaria marcha de las centrales obreras y volvió a criticar el proyecto de ley que declara la emergencia laboral para frenar los despidos.
“Estamos en las puertas de un proceso de crecimiento del empleo en Argentina”, aseguró, y en cambio insistió: “No compartimos el diagnóstico sobre empleo” que realiza la oposición.
Peña reclamó que en la Cámara de Diputados –donde se presentó esta semana para brindar su primer informe de gestión- haya un “debate con todas las voces, empezando por el Gobierno”.
Así, el funcionario hizo votos para que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, asista a la Cámara baja a explicar el estado de situación con cifras oficiales sobre empleo; un pedido que el oficialismo había formulado sin éxito en el Senado.
En la Cámara alta, la oposición se negó a abrir una ronda de consultas con funcionarios y representantes de grandes y pequeñas empresas, arguyendo que así Cambiemos intentaba dilatar la discusión.
Por eso, el jefe de Gabinete llamó a llevar adelante “una discusión franca y abierta en términos de información concreta” en la Cámara de Diputados.
Desde Casa de Gobierno, Peña sostuvo que la iniciativa antidespidos “es contraproducente” a pesar de que las CGT y las CTA la colocaron entre uno de los reclamos principales al Gobierno, incluso con una amenaza de “conflicto” si el presidente decide vetarla.
