La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró personalidad destacada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el ámbito del deporte a René Orlando Houseman, en reconocimiento a su trayectoria en el Futbol Nacional e Internacional.

La iniciativa fue impulsada por el diputado Claudio Niño quien aseguró que “René Orlando Houseman es uno de esos personajes que los hinchas del fútbol admiran, sea cual sea la camiseta”.

“Nació el 19 de julio de 1953 en La Banda, provincia de Santiago del Estero, Argentina. Al poco tiempo se mudó a una villa del Bajo Belgrano, comenzó a mostrar su talento que lo llevó a ser ídolo de Huracán, jugar en la Selección y consagrarse como un personaje único, con una gambeta endiablada. Houseman fue un jugador de extraordinaria gambeta, rápido, veloz, astuto, pícaro y hábil con ambas piernas. Es para muchos entendidos el mejor extremo derecho de la historia del fútbol argentino y uno de los ídolos máximos de Huracán, club del que soy seguidor desde mi infancia hizo sus inferiores en el club Excursionistas pero por falta de oportunidades debutó en su clásico rival, Defensores de Belgrano, en la Segunda División del fútbol argentino. A comienzos de 1973 y gracias a César Luis Menotti, fue contratado para jugar en la Primera División por el Club Atlético Huracán. En este equipo realizó una carrera brillante, obteniendo el Campeonato Metropolitano de 1973. Y también llegó a la semifinal de la copa Libertadores del 1974 y el subcampeonato de 1975. Más adelante jugó en Colo-Colo de Chile y en River Plate, entre otros. Su retiro fue en 1985, en el único partido que jugó para Excursionistas”, detalla Niño.

El legislador recuerda que Houseman integró la Selección Argentina desde 1973 hasta 1979, jugando un total de 55 partidos y anotando 13 goles. Su último partido fue en la derrota 2-1 contra el equipo del Resto del Mundo. Participó en 2 copas mundiales, llegando a cuartos de final en el Mundial Alemania 74, torneo en el que marcó 3 goles (ante Italia y Haití en primera ronda y Alemania Democrática en segunda ronda). Asimismo, conquistó la Copa del Mundo en Argentina 78, marcando un 1 gol ante Perú en la segunda ronda. René Houseman era un jugador de potrero, no de Play Station. Apilaba rivales que no entendían qué era lo que estaba haciendo ese tipo rápido, talentoso en el regate y con un gusto para improvisar digno de un artista. En 2000, por merecido y para paliar su difícil situación económica, se realizó el partido homenaje en el estadio en el cual brilló: el Tomás A. Ducó. Un equipo estaba formado por glorias quemeras: Brindisi, Babington, Morresi. El otro, por un combinado de estrellas: Fillol, Kempes, Bochini, Marangoni.

“El loco salió en el entretiempo. Volvió a ingresar para saludar a la gente. Y entonces, lo no planeado: una de las puertas del lado sur se abrió y todos los hinchas invadieron la cancha para abrazarlo y subirlo en andas”, finalizó Niño.