Luego de que fracasara la estrategia de la oposición este jueves en la Cámara de Diputados, la ley antidespidos tendrá una nueva chance el miércoles que viene, pues el oficialismo acordó con el Frente Renovador para debatirla ese día en sesión ordinaria.

Cambiemos aceptó tratar la emergencia ocupacional la semana próxima dado que pretende votar otros dos proyectos de su interés, el de acceso a la información pública y la devolución del IVA de la canasta básica de alimentos.

No sería extraño que el oficialismo decidiera colocar la ley antidespidos como último punto del temario, según dejaron trascender altas fuentes del interbloque en la Cámara baja, que prevén una sesión maratónica.

En primer lugar, el Cuerpo deberá habilitar –con dos tercios de los votos- el tratamiento de los dictámenes sobre tablas, pues no tienen los siete días hábiles de vigencia que establece el reglamento para las sesiones ordinarias, según recordaron este jueves desde el kirchnerismo.

Una vez luego, la mecánica parlamentaria continúa con el tratamiento de los dictámenes por orden de mayoría, debatiendo en primer lugar aquel que obtuvo mayor cantidad de firmas en las comisiones de Presupuesto y Legislación del Trabajo –en este caso, el del FpV y el bloque Justicialista-.

Lo cierto es que Cambiemos rechazará de plano esa iniciativa, cuyo corazón está en la prohibición de despidos por 180 días y la doble indemnización; y, si los votos en contra resultan más que los votos a favor, se pasará a debatir el dictamen siguiente, el del oficialismo.

Ese dictamen tampoco sería aprobado porque lo rechazan tanto el kirchnerismo como el Frente Renovador, que propone una serie de agregados para fomentar el empleo en las pymes y establece la retroactividad desde el momento que la ley empezó a transitar el debate en el Senado.

Si el dictamen de Cambiemos efectivamente es rechazado, la Cámara deberá someter a votación el del massismo, que es desaprobado por el oficialismo por el alto costo fiscal que supone para las arcas del Estado –se habla de 100 mil millones de pesos-.

En ese caso será clave la postura que adopte el Frente para la Victoria, que evaluaba por estas horas si apoyar o no la propuesta del diputado Sergio Massa, dado que el bloque de Héctor Recalde promueve la media sanción del Senado.

Si se aprueba la iniciativa massista, deberá volver al Senado, que tendrá dos opciones: avalar el texto modificado en Diputados, o ratificar el original, más acotado y con menos costo fiscal para el gobierno de Mauricio Macri.

En el Frente para la Victoria –el bloque que domina la Cámara alta- mantienen cautela hasta ver qué pasará el miércoles, aunque habría una intención mayoritaria de inclinarse por el proyecto original, que declara la emergencia por seis meses, sin retroactividad.

El último casillero es la posibilidad del veto -potestad constitucional de Macri-, que puede producirse de manera total o parcial –sólo algunos artículos, en particular el que fija la doble indemnización, la mayor preocupación para el Gobierno-.

Ante el costo político que debería asumir la gestión macrista si se veta la norma, altas fuentes de Cambiemos aseguraron ante parlamentario.com que “el veto está legitimado por el debate” que se dio en Diputados, donde participaron representantes de pymes y el propio ministro de Trabajo, Jorge Triaca.