El Congreso de la Nación tiene la posibilidad de revertir el veto presidencial a la ley anti-despidos. En efecto, de acuerdo a lo que establece la Constitución, el Poder Legislativo puede rechazar la decisión presidencial y confirmar la norma si cuenta con la autorización de dos tercios de los presentes en el pleno de ambas cámaras parlamentarias.

En primer lugar el veto deberá ser considerado por el Senado, que fue la cámara iniciadora del proyecto. Y allí, precisamente, la iniciativa fue aprobada por los dos tercios. Por eso, si todo el arco opositor vuelve a insistir en la sanción de la ley, el veto pasará a ser considerado por la Cámara de Diputados, que en este caso fue la cámara revisora.

Pero aquí la oposición tiene un panorama más complicado, pues los 145 votos afirmativos que sumó este jueves no alcanzan para llegar a los dos tercios de un pleno de 257 diputados. La única posibilidad es que la cantidad de presentes en el recinto sea menor y los opositores reúnan la mayoría calificada. Sino, el veto se mantendrá en pie.

Así, basta que una de las dos cámaras no alcance la autorización de los dos tercios de los presentes para que el veto quede firme.

De más está decir que el veto se mantendrá hasta que el Congreso no se aboque a confirmar la ley.