El bloque SUMA+ se planta frente al oficialismo porteño y se resigna a tener un papel de “oposición sumisa”. Cómo trabaja hoy el interbloque ECO y cuál es el papel de los socialistas.
Cuando quedó solamente a tres puntos de diferencia en el balotaje con Horacio Rodríguez Larreta, el actual embajador en los Estados Unidos, Martín Lousteau, fue el hombre que se plantó como el único capaz de impedir una reelección en 2019 del jefe de Gobierno del Pro. Gracias a la exitosa performance que la alianza Energía Ciudadana Organizada obtuvo en las elecciones de la Ciudad, el oficialismo vio tambalear su dominio sobre el territorio que gobierna hace ya más de ocho años. Sin embargo, logró retener el Ejecutivo local y pese a las complicaciones que podían desembocar en la campaña presidencial, Mauricio Macri consiguió convertirse en presidente.
Más tarde, el exministro de Economía del kirchnerismo y diputado nacional hasta ese momento fue tentado por el nuevo mandatario para ocuparse de las relaciones diplomáticas entre la Argentina y la potencia mundial. No lo dudó, y aceptó. Lousteau consideró que un cargo de tal envergadura le garantizaría una mayor visibilidad que la que podía tener siendo uno más del montón en una heterogénea Cámara de Diputados. No obstante, mantuvo hasta hoy su referencia como el líder de ECO, la fuerza que juega como “oposición constructiva” en la Legislatura porteña.
Si bien en un principio el frente estaba conformado por cinco partidos, fue Graciela Ocaña la primera en pegar el portazo y se llevó con ella a sus dos legisladores del bloque Confianza Pública. La jugada no sólo le causó el primer mal trago a ECO, sino que le arrebató la posibilidad de ser segunda minoría dentro del Cuerpo parlamentario, quedándose con ese lugar el Frente para la Victoria. Más tarde llegaría la salida de la Coalición Cívica-ARI, una de las tres fuerzas que conforma la alianza Cambiemos a nivel nacional. Los “lilitos” se fueron molestos por ciertas actitudes de los radicales y decisiones en la conducción de las cuales no se sintieron parte, en tanto, aseguraron continuar acompañando en la actividad parlamentaria.
Así las cosas, el interbloque pasó a estar compuesto por tres partidos, el de SUMA+ (que agrupa a la Unión Cívica Radical y los legisladores que responden directamente a Lousteau), el Partido Socialista y el Partido Socialista Auténtico. De los tres bloques, los radicales insisten con la necesidad de ser una “oposición constructiva” por respeto a la decisión del electorado que los arrojó a las bancas de diputados como parte de una fuerza electoral alternativa a la del Pro.
Pese a las confesiones de Rodríguez Larreta de sus intenciones para afianzar a Cambiemos en la Ciudad, desde el radicalismo recuerdan la propuesta que la UCR le hizo al Pro para que Martín Lousteau compitiera en las elecciones primarias porteñas, tal como sucedió luego a nivel nacional, donde el centenario partido fue representado por Ernesto Sanz.
Desde el bloque SUMA+ en el Parlamento porteño aseguran que para ellos ser una coalición “es mucho más” que aportar voluntades a los proyectos clave del oficialismo. Seis son los legisladores que conforman el grupo más numeroso -por debajo del Pro (28) y el Frente para la Victoria (12)-: Hernán Rossi, Juan Francisco Nosiglia, Inés Gorbea, Patricia Vischi, Natalia Fidel y Marcelo Guouman. Sin duda, sus votos son esenciales en las negociaciones que tienen que entablar los “amarillos” a la hora de buscar posiciones a favor para sus iniciativas. Y esto último se vio reflejado en el fracaso que tuvo la creación de la Agencia de Bienes S.E, un ente para administrar tierras públicas de la Ciudad, que contó con la postura en contra de la tropa conducida por Hernán Rossi, lo que produjo que el oficialismo le retirara el lugar que le correspondía en el eventual directorio de la agencia.
Tras la manifestación de la UCR de Capital Federal, que en su plenario advirtió sobre “el personalismo y el funcionamiento corporativo del Pro”, en el espacio legislativo de SUMA+ califican a la relación con el bloque oficialista como “óptima” pero con las ríspideces “normales”. No obstante, remarcan que no pretenden ser “una oposición sumisa” ni “votadora de leyes”. “No podemos obedecer ciegamente”, señaló Rossi a Semanario Parlamentario.
Por otro lado, el diputado radical subrayó que la relación con los otros dos bloques que conforman el interbloque ECO es de un “diálogo honesto” y que los une una “idea de Ciudad” que va más allá de la estrategia electoral que armaron el año pasado. Lo cierto es que la especulación electoral de cara a los comicios legislativos de 2017 ya comenzó y, en ese sentido, SUMA+ no descarta la posibilidad de que ECO compita con lista propia de candidatos, lo que le permitiría engrosar sus miembros en la Legislatura. Ahora, para que eso no pase, el Pro debería hacer oídos a los planteos de la UCR y conformar así Cambiemos en la Ciudad, pero esto último todavía no está maduro.
En caso de que el bloque replique lo sucedido en Nación y algunas provincias, Rossi considera que la separación del Partido Socialista y el Socialista Auténtico “no sería traumática”. Por otra parte, afirma que en 2019, el radicalismo tiene aspiraciones –ya sea con ECO, o en internas con el Pro- de presentar una propia alternativa, con un candidato propio y propuestas separadas.
Mientras tanto, los socialistas aguardan por los movimientos de Martín Lousteau. Confían en su palabra de que “se va a diferenciar” de aquellas políticas en las que no concuerde con el Pro, a nivel local. Para el bloque que conduce Roy Cortina –integrado también por Hernán Arce- y el monobloque de Adrián Camps todo “sigue bien” dentro del interbloque ECO, hasta tanto la situación “no se torne insostenible”.
Tras la salida del frente de la Coalición Cívica, fue Cortina quien salió a afirmar que ECO seguía firme, siendo la oposición que prometió ser en las elecciones. Desde el entorno del vicepresidente tercero de la Legislatura aseguran que mantienen una “buena relación” con Lousteau, y que sería “una lástima” que el año próximo no se presente una lista de candidatos a legisladores que compita con el Pro. Claramente, aseguran que de otra manera quedarían con muy pocas chances de salir favorecidos en los resultados.
Los legisladores socialistas no evalúan abandonar el espacio, pero reconocen que el macrismo “es el límite”. A la espera de ver cómo se mueven las piezas, ECO funciona de manera “estable” como interbloque y con reuniones esporádicas para abordar la discusión en temas puntuales. SUMA+ se reúne con el PS o con el PSA, pero casi nunca coinciden los tres en los mismos encuentros. Por el momento, todos los diputados aguardan por una nueva reunión con el embajador.
