Por Héctor Recalde. El jefe del bloque FpV-PJ cuestiona la declaración jurada del presidente y, sobre todo, el dinero que posee en Bahamas, y lo tilda de evasor.
La revelación de que el presidente Mauricio Macri posee más de 18 millones de pesos en Bahamas, uno de los paraísos fiscales más importantes del mundo, confirma lo que ya se sospechaba por su participación como director de sociedades offshore en Panamá: que toda su vida habría evadido impuestos y ocultado su patrimonio.
En su anterior declaración jurada, a inicios del año pasado, Macri había declarado $ 52.962.332. Aparentemente, con la pueril justificación de haber valuado en la declaración anterior acciones de diversas empresas con un valor simbólico, ahora confiesa tener más del doble, $ 110.278.620, y con $ 18.719.094 en las Bahamas. De un día para otro, le aparecen millones en un paraíso fiscal. Una confesión que implica que desde hace años estaría evadiendo al fisco argentino.
Esa actitud de nuestro actual presidente se remonta al menos a 1981, hace 35 años, cuando formó parte de una sociedad offshore, Kagemusha SA. Los Panamá Papers también revelaron que actuó como director en la sociedad Fleg Trading Ltd, registrada en las islas Bahamas desde 1998 y por la cual está imputado en una causa que investiga el juez federal Sebastián Casanello. Y no hay que olvidar que Macri estuvo procesado por contrabando y evasión fiscal en una operación de importación de automóviles que se remonta a 1993. En esa causa, fue absuelto por la mayoría automática de la Corte menemista.
Con el dinero que Mauricio Macri habría evadido toda su vida, se podrían hacer muchas cosas para la gente: casas, rutas, invertir en salud y seguridad.
Si quiere dar un ejemplo de confianza en el país, el Presidente tiene que explicar con claridad su participación en sociedades offshore, y traer ya esa plata que hasta ayer tenía oculta en un paraíso fiscal. Un blanqueo como el que él mismo impulsa no puede ser usufructuado por ningún funcionario público.
