Tal cual había anticipado la noche del miércoles en un canal de cable, la diputada le imputó al exgobernador bonaerense lavado de dinero.
El que avisa no traiciona. La noche del miércoles, cuando sacudió el raiting cruzando duramente a la vicepresidente Gabriela Michetti, Elisa Carrió anticipó que había denunciado ahora al excandidato presidencial Daniel Scioli, y que los detalles se conocerían este jueves.
Así fue: lo acusó por “defraudación a la administración pública y lavado de dinero”.
La denuncia fue formulada ante la UFI 11 de La Plata, a cargo del fiscal Álvaro Garganta, donde la diputada sostuvo que el exgobernador bonaerense “habría montado una red de sociedades a través de las cuales transfería fondos de diferentes organismos del Estado provincial”.
La diputada de la Coalición Cívica reclamó que Scioli sea investigado por “presuntas irregularidades durante su gestión y por “enriquecimiento ilícito'“.
“Las supuestas maniobras fraudulentas han tenido a Scioli como autor, partícipe o encubridor”, dijo la diputada, en “maniobras de vaciamiento en distintas reparticiones de la administración pública bonaerense”.
Según pudo saberse, Carrió reclama que se investiguen presuntas irregularidades en la empresa estatal ABSA y en el Instituto Provincial de Loterías y Casinos, al tiempo que también denuncia “la presunta contratación fraudulenta de personal en la construcción del Puerto La Plata, y supuestas maniobras de estafas y sobreprecios en la obra social IOMA”.
