“Espero que lo de Echegaray no entorpezca lo que se debate en el Congreso”, manifestó con preocupación el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, consciente de que la alianza oficialista Cambiemos tiene minoría en ambas cámaras del Congreso y siempre debe buscar votos de la oposición para aprobar los proyectos que pide el Poder Ejecutivo.

En este marco, el senador nacional del Pro trató de justificar la remoción del dirigente peronista de la presidencia de la Auditoría General de la Nación, dispuesta por los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, los macristas Gabriela Michetti y Emilio Monzó, luego de que Echegaray sufriera un nuevo procesamiento judicial.

Así, opinó que las investigaciones sobre el accionar como funcionario de Ricardo Echegaray “se cerraron demasiado rápido” al momento de ser designado en la AGN y que si bien su nombramiento “procedía” porque no estaba procesado, esa situación cambió luego de que el juez Claudio Bonadio dictaminó en ese sentido, en la causa que investiga supuesto “violación del secreto fiscal y falso testimonio” en la causa HSBC.

Al momento de la designación de Echegaray al frente de la Auditoría General de la Nación, “las autoridades del Congreso hicieron una investigación porque había muchas imputaciones penales en su contra, pero como no estaba procesado, procedía su nombramiento”, señaló Pinedo por radio Mitre.

Y explicó que “como ahora lo fue, los presidentes de las cámaras decidieron removerlo de su cargo”.

Consultado sobre si debiera estar firme ese procesamiento para proceder a la remoción del cargo, tal como entiende Echegaray, Pinedo respondió que “es una discusión jurídica”; y sostuvo que “también hay que ver lo que decide el justicialismo”.

Es que la presidencia de la AGN le corresponde por ley al principal partido opositor y por eso en noviembre último el Partido Justicialista nominó al ex titular de la AFIP para encabezar el máximo órgano de control gubernamental.