La alianza Cambiemos negocia por estas horas con los bloques de la oposición para modificar algunos artículos del proyecto del Poder Ejecutivo para afrontar las deudas para con los jubilados y habilitar un nuevo blanqueo de capitales.

Según indicó a parlamentario.com una fuente del oficialismo, se está evaluando la forma de modificar los artículos relativos a la venta de acciones en empresas privadas, que integran el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).

Si bien recalcó que “no hay ningún interés en disponer de esas acciones” -un tema que despertó el rechazo del Frente para la Victoria y el bloque Justicialista-, reconoció que podrían condicionar de alguna manera la autorización para el desprendimiento de las mismas.

Por otra parte, es un hecho que se alterará el polémico artículo 85, que fija duras penas a quienes –como el caso de los periodistas- difundan datos sobre las personas que se acojan al blanqueo de capitales.

Más aún, esta modificación fue un pedido expreso del presidente Mauricio Macri, luego de las quejas levantadas por todos los bloques disidentes, académicos y entidades periodísticas.

Otro cambio que sufrirá el proyecto tiene que ver con los porcentajes que funcionan como tope para los criterios de inversión del FGS.

Cambiemos no está dispuesto a aceptar la suba del haber mínimo, pedida sobre todo por el Frente Renovador. “Tiene un impacto presupuestario que no está contemplado”, justificó la fuente del oficialismo ante este medio.

En cuanto al blanqueo de capitales, desde la alianza Pro-UCR-CCARI confirman que se excluirá a los tres poderes del Estado a nivel nacional, pero aún está en duda la situación de los gobernadores y de los contratistas del Estado, esto último reclamado por la propia Elisa Carrió.

Mientras tanto, en el Frente para la Victoria hay un rechazo a la Pensión Universal a la Vejez que crea el proyecto, al considerar que genera “jubilados de segunda categoría”.

En diálogo con la prensa acreditada, el diputado y exministro de Economía Axel Kicillof reiteró su postura en contra de la venta de acciones, a las que consideró como “la mejor inversión del FGS”.

Kicillof opinó que el tema del blanqueo “suena a autoamnistía” y exigió “que nada vinculado a los Panamá Papers ni al caso HSBC se pueda arreglar con esto”.

También pidió que queden excluidos del blanqueo los parientes de los funcionarios, y eventualmente los contratistas del Estado. “Cuanto más abarcativo sea, mejor”, dijo.

Por último, habló de una “enorme desinformación” por parte del Gobierno con respecto a cuántos jubilados beneficiará y cuánto dinero se reunirá con el blanqueo, entre otras cuestiones.