Invitado por la Cámara de Diputados para opinar sobre el proyecto de ley para pagar la deuda a los jubilados y actualizar haberes, el defensor de la Tercera Edad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Eugenio Semino, consideró prioritario aumentar el haber mínimo jubilatorio, que roza actualmente los cinco mil pesos.

Durante la reunión de comisiones que analizan la iniciativa, Semino precisó que la última medición que hizo la Defensoría con precios del mes de abril dio que “una canasta muy modesta” para vivir para un jubilado es de “aproximadamente 11.300 pesos”.

A propósito de ello, Semino sostuvo que el valor del haber mínimo “es decisivo poder tenerlo en cuenta no sólo por los millones que están en la mínima de jubilados y pensionados” que lo perciben, sino porque para que la pensión universal para los mayores “sea exitosa hacia el futuro”.

“Aunque sea progresivamente se tenga en cuenta y vaya modificando esta situación”, dijo el funcionario a los diputados.

Por otro lado, Semino opinó que la actualización de las jubilaciones “puede ser una medida realmente muy buena si tenemos un esquema operativo que pueda responder a la misma”.

Sobre el punto, confesó no saber “si está previsto cómo dar respuesta a casi 100 mil casos por mes”, a la vez que advirtió que la falta de certeza sobre el tiempo que llevará al jubilado cobrar el retroactivo luego de desistir de la acción legal “puede desalentar ingresar a la transacción” porque “siempre vamos a tener un letrado tironeando para el otro lado”.

Por otra parte, Semino dijo que “debería haber una revisión” sobre el índice de actualización que se aplicará porque recordó que el de construcción “está homologado” legalmente, y aplicar otro puede dar lugar a acciones legales.

Y sobre la transacción que propone el proyecto conjeturó que “si bien el jubilado tiene un estado de necesidad para resolver su situación, vamos a encontrar una serie de intereses que pujan por continuar con la litigiosidad”.

Asimismo, reiteró el planteo en contra del cobro del Impuesto a las Ganancias a los montos que cobren los jubilados, porque reiteró que “la jubilación no es ganancia, es salario diferido”.

Por último, Semino celebró la idea de terminar “con una vieja injusticia argentina” en una sociedad que, dijo, “tiene miedo al envejecimiento, donde el viejo no somos nosotros, y no nos importa porque va a ser el otro”.