No se iba a perder el kirchnerismo la oportunidad de sacarle jugo a este nuevo desencuentro entre el Gobierno nacional y el Vaticano. Por el contrario, aprovechan para marcar diferencias entre lo que hace este Gobierno y lo que sugiere Francisco y, sin nombrarse, establecer con las discrepancias actuales un aval para lo que fue el proyecto K.

Consultado sobre el tema, el exministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo que “no hay ser muy sutil para darse cuenta que todo lo que ha exhibido el gobierno de Macri va en dirección opuesta a lo que predica el papa Francisco de tomar medidas de protección a los que menos tienen”.

Para él, “no es una cuestión personal, sino que sería raro que apoye a un gobierno que está haciendo lo contrario a su orientación en el papado”. Según Kicillof, para llevarse bien con el papa el Gobierno “tiene que cambiar las políticas y dejar de gobernar para los ricos”.

Con relación al proyecto de ley ómnibus que se tratará este miércoles en el recinto de Diputados, para pagar la deuda a jubilados, consideró que el mismo “f fue presentado en los medios de manera engañosa, como nos tiene acostumbrado el macrismo. Aparecía como que Macri iba a anunciar el pago a los jubilados. Es parte de la política de comunicación del macrismo que vive de la publicidad y el marketing, lo mismo pasó con la devolución del IVA y el impuesto a las ganancias”.

“Más que reparación histórica a los jubilados es una sarta de parches, que muy lejos de una reparación son leyes que vienen a romper un montón de cosas”, señaló en el programa El fin de la metáfora, de Radio Del Plata.

Irónico, Kicillof señaló que “en vez de ser un paquete de leyes, es una ley paquete”. Sostuvo que “con el pago a los jubilados envuelve una lista de cuestiones muy malas. El pago a los jubilados, que tendría que ser el envoltorio colorido, también es muy malo. Sospechamos que va a tener una devolución muy parecido a la de los buitres”.

Cuestionó también el blanqueo, al que definió como “un espanto”, por tratarse de un blanqueó “sin repatriación de capitales”.

El exministro diferenció este blanqueo del aplicado en 2013 por el Gobierno de Cristina Kirchner: “Nuestro blanqueo en 2013 no fue un blanqueo, sino una repatriación de capitales y mínimamente pretende que no sea para los funcionarios y los familiares que están presentado la ley”. Para él, el proyecto original “era como una autoamnistía para Macri, porque cuando presenta la ley dice que los funcionarios pueden entrar, cosa que estaba prohibida en nuestro blanqueo. Parece una joda”.

“Los gobiernos hacen un blanqueo porque hay plata que está escondida bajo las baldosas y los paraísos fiscales protegen a los evasores entonces los blanqueos surgen como búsqueda lateral por recuperar esa plata que da por perdida. Como no se puede detectar a los delincuentes que se la llevan para evadir, se le propone traerlo y cobrarle una multa”, agregó el diputado nacional del Frente para la Victoria, que agregó que “las personas que están en esas lista tiene que ser juzgados. Si los encontraste, tienen que rendir cuentas en la Justicia. Se tiene que excluir a todos los que ya fueron descubiertos, porque si no es una amnistía”.