Sin lugar a dudas que la histórica premisa del general Perón: “La organización vence al tiempo”, ha sido reflotada por La Cámpora, según una decisión adoptada por la dirección de la misma, que consiste en dividir el país en regionales, como en los 70, pero con la diferencia de que no será oficial, sino una movida interna.

Lógico que este esquema está orientado hacia las elecciones de 2017 y de qué forma pueden incidir en la nominación de los candidatos, más allá de que son conscientes de que el poder de fuego con el que cuentan no tiene la misma fuerza de que gozaban hasta el 10 de diciembre pasado.

Por ejemplo, para el NOA la responsabilidad recayó en el exdiputado nacional tucumano Marcelo Santillán, quien los fines de semana recorre Jujuy, Salta y Santiago del Estero, donde dialoga con las organizaciones juveniles, particularmente, en la búsqueda de un pliego mínimo de coincidencias en términos políticos. En tanto que el Sur quedará a cargo del exdiputado nacional Horacio Pietragalla, dado el cargo que ostenta en el Gobierno de Santa Cruz, al frente de la Secretaría de Derechos Humanos. Obviamente todo bajo la mirada y conducción de Máximo Kirchner y Andrés “Cuervo” Larroque.