“Lilita” no se calla la boca y si tiene que decir algo en contra de la alianza oficialista que ayudó construir, lo dice. Esta vez, aseguró: “Macri me quiere de parlamentaria sólo si hay necesidad, sino nadie me quiere”.

En declaraciones a Vorterix, Carrió sostuvo que “ni en Cambiemos ni fuera” la quieren “en el Parlamento”.

Sin embargo, la diputada volvió a especular sobre una posible candidatura para renovar su banca o para ser senadora por la provincia de Buenos Aires. Reiteró entonces que piensa jubilarse a fin de año, pero aclaró que “un jubilado puede ser candidato”.

En este marco, Carrió ratificó su obsesión de terminar con la corrupción, al afirmar que no quiere “un solo Lázaro Báez, hay que cambiar el sistema”.

En particular, la diputada de Cambiemos señaló la necesidad de “cambiar el sistema” que rodea a la obra pública, que “los adelantos iban para los Kirchner” y que cuando se habla de “coima” es precisamente ese primer adelanto.

“El primer adelanto es coima. Te daban la obra, te ponían la empresa y el precio. El anticipo es el sobreprecio, si la obra no se terminaba no importaba porque gobierno y empresas ya habían cobrado”, consignó.

En este sentido, planteó que existe una “presión grande del establishment para que no toquen a (Julio) De Vido”, exministro de Planificación Federal del kirchnerismo y actual diputado nacional.

Por otra parte, la diputada consideró necesario que la Justicia “investigue coordinadamente” y dijo que “no puede haber tres causas por un sólo hecho”.

“Es preferible no abundar en tanta investigación sino coordinar las dos que existen”, propuso, para concluir que “en definitiva todo tiene que terminar en (el juez federal) Ercolini, que es el que investiga por asociación ilícita” a distintos funcionarios del kirchnerismo, incluida la expresidenta.

Respecto al presidente Mauricio Macri, sostuvo que no cree “que haya venido para robar”. Aunque aclaró que “es cierto que viene del empresariado y tiene vínculos con empresarios que pueden haber robado”.