El diputado Javier Gentilini (FR) encabezó el acto de homenaje a los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau y Alfredo Kelly, y de los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, al cumplirse 40 años de sus asesinatos, en la iglesia de San Patricio, del barrio de Belgrano.

El padre Rodolfo Capaloza, sacerdote sobreviviente de la mascare, recordó que en esa época “una de las frases que escuchábamos era ‘en algo andarán’”, y en realidad lo que hacían era “servir al evangelio, defender la vida y decirle no a la violencia” ante aquellos que se “auto adjudicaban el derecho de matar”.

Por su parte, el padre Juan Sebastián Velasco, postulador de la causa de beatificación de los cinco integrantes de la Sociedad del Apostolado Católico, resaltó el “compromiso y la tarea pastoral” que llevaban los asesinados. Velasco contó que el proceso canónico lleva 11 años y que el papa Francisco tuvo una labor muy importante ya que, cuando fue arzobispo de la ciudad, fue uno de los que fervorosamente acompañó la causa.

Gentilini repasó la historia reciente del país y alertó que el crimen de los palotinos fue “atroz desde el punto de vista simbólico, con la dictadura militar en ejercicio”. Asimismo, resaltó el compromiso con el concepto de la democracia y la lucha contra la pobreza, y rememoró que también como “ex alumno salesiano, abrazo la doctrina social de la iglesia”.

Francisco Chicrichella recordó que formaba parte de “los grupos que participaban de la parroquia” cuando ocurrió el crimen. “Ellos solo invitaban a vivir los valores del evangelio y levantaron la voz por los que no podían hablar. Estos hombres dieron a la sociedad argentina, valor y denuncia, que pocos se animaban a hacer en esos tiempos”, expresó.

Durante el acto también participaron el legislador Omar Abboud (Pro), su par con mandato cumplido Julio Raffo y el ex diputado nacional Mario Cafiero.