“Los padrones pueden opacar la reforma electoral y la elección bonaerense”, alertó el titular de Transparencia Electoral al cabo de una reunión que mantuvo con María Servini de Cubría, en la que la magistrada expresó sus temores.
El director de Transparencia Electoral, Leandro Querido, se reunió con la jueza Romilda Servini de Cubría para abordar la cuestión referida a los padrones. En ese marco, la jueza federal que entiende en materia electoral en la Ciudad de Buenos Aires y ahora en la provincia de Buenos Aires transmitió su preocupación, tanto por la demora del padrón cómo así también por la vulnerabilidad del nuevo sistema informático.
La elaboración del padrón está a cargo de la Cámara Nacional Electoral (CNE), que a través del área informática del Consejo de la Magistratura encomendó a la Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba el desarrollo del nuevo sistema. Esta iniciativa se encuentra demorada y por lo tanto afecta la planificación electoral, de cara a las elecciones 2017.
La jueza informó que los padrones deberían haber estado listos en mayo y que las demoras entre otras cosas se debieron a los problemas ocasionados por la migración defectuosa del viejo al nuevo padrón. Además los aspectos de seguridad son vulnerables y esto se desprende de un trabajo que la Jueza Federal encargó a un grupo de peritos informáticos de la Justicia.
El hecho de que el nuevo sistema permita que por vía de 25 bocas (24 distritos más la CNE) se puedan realizar modificaciones, fomenta la opacidad y da lugar a todo tipo de incongruencias. Además dificulta la tarea de los Juzgados que entienden en materia electoral.
La doctora Servini instó al Consejo de la Magistratura y al presidente de la Corte a que presten mucha atención al sistema informático de los padrones ya que no es idóneo.
Esta situación podría afectar la elección en la provincia de Buenos Aires.
Para Leandro Querido, titular de Transparencia Electoral, “el padrón es un elemento que determina el tipo de elección que tendremos. Si este padrón no genera confianza por su vulnerabilidad, empañará toda la reforma electoral en curso. De poco sirve contar con un novedoso instrumento de votación como la Boleta Única Electrónica si el padrón le abre la puerta a la discrecionalidad y a la falta de control”.
Además agregó: “El ejemplo de los padrones deja a las claras la necesidad de dividir las funciones administrativas de las jurisdiccionales en materia de gobernanza electoral, punto no abordado en esta primera etapa de la reforma electoral. Este tipo de tareas las debería realizar un institución electoral con un perfil administrativo y logístico, dotada de personal idóneo y competente, una institución que a su vez sea autónoma del Poder Ejecutivo”.
El Informe encomendado por la doctora Servini de Cubría reportó muchos errores, por ejemplo:
• En la “solicitud de corrección datos” a consecuencia de que un cambio de matrícula generó dos electores en el distrito, se eliminó del sistema a un elector por acción de un perfil de otro distrito y no se desplegó ningún aviso o mensaje comunicando el error.
• Al procesar una solicitud de defunción, no se pudo verificar si se valida la oficina de defunción, pues las tablas aún no están cargadas y se trató de un simulacro. En definitiva, no queda claro si el sistema prevé una función que controle, por ejemplo, la correspondencia entre la oficina de defunción y el distrito correspondiente. Además se comprobó que el sistema no valida la fecha de defunción con los otros trámites de la misma persona, como por ejemplo, nuevo ejemplar de documento o cambio de domicilio. En efecto, si la fecha de defunción es anterior a la fecha del último ejemplar el sistema no detecta el error, no despliega mensaje de advertencia y actualiza el fallecimiento con datos inconsistentes.
• En cuanto a la información del elector “clase” el sistema no valida la clase con el año de nacimiento y como consecuencia, un elector puede figurar con una clase y un año de nacimiento distinto.
• El sistema no emite reportes de ningún tipo (listados digitales o en papel) que le permitan al distrito conocer y controlar los electores que dejan el subregistro correspondiente (por ejemplo, en caso de cambio de domicilio interdistrital).
Esto en cuanto a la seguridad, sin embargo el informe también plantea la necesidad de mejorar la calidad de la información.
