Desde hace un año permanece en la Legislatura porteña un proyecto integral para transformar el zoológico. Legisladores y miembros de la agrupación que elaboró la iniciativa, insisten con la necesidad de dar un debate para la sanción de una norma marco. También, se propone la conformación de una comisión de seguimiento al proceso anunciado por el Gobierno de la Ciudad.
Por Melisa Yael Jofré
La Nochebuena de 2012 fue la más calurosa de los últimos cinco años. Después de una jornada en que la sensación térmica alcanzó casi los 50 grados, el oso polar Winner falleció por hipertermia en el Zoo de Buenos Aires. Organizaciones animalistas que reclamaban por la renovación de la concesión del predio, que había sido otorgada a la misma empresa que lo gestionaba desde hacía veinte años, comenzaron a partir de la muerte del animal con una lucha imparable para exigir el fin del zoológico como centro de actividades lucrativas con la exposición de animales.
La agrupación #SinZoo fue la convocante del primer abrazo al parque, y en 2014 presentó en la Legislatura porteña el proyecto para transformar al espacio en un Jardín Ecológico.En 2015, más de dos mil personas se unieron para que los legisladores avancen en el tratamiento cuento antes. Lo cierto es que durante un año, la Comisión de Ambiente discutió en pocas oportunidades el proyecto –firmado por Adrián Camps-, al igual que una iniciativa con similitudes, presentada por el legislador Hernán Rossi. El texto nunca llegó a obtener dictamen y el Gobierno de la Ciudad se adelantó.
El jefe porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció días atrás la interrupción en la concesión privada, la estatización del predio de 18 hectáreas -ubicado en Avenida Sarmiento y Las Heras- y la posterior transformación del lugar en un Ecoparque. Esta semana reabrirá sus puertas, con la limitación del público visitante y la prohibición de darle de comer a los animales. Se promoverán las “visitas conscientes” y participarán distintas ONG’s, hasta que a fin de año sea el lanzamiento de un concurso público para elegir el mejor proyecto de reconversión.
Los cambios en el parque recién comienzan y los expertos aseguran que la metamorfosis del Zoo puede llevar años. Así las cosas, la Legislatura de la Ciudad no pretende estar ajena de los pasos que se den, ni quedar al margen del proceso. Desde la oposición se pidió la conformación de una comisión especial que pueda controlar y hacer un monitoreo sobre el trabajo que se llevará a cabo para la creación del nuevo espacio ecológico.
El proyecto fue presentado por el diputado Marcelo Depierro (Confianza Pública), quien en diálogo con Semanario Parlamentario contó que la idea central es que el Parlamento tenga “una participación activa, y no que dentro de seis u ocho meses nos termine llegando un proyecto del Poder Ejecutivo sin que podamos discutir demasiado las cosas que se van a tratar en ese texto”.
Este cuerpo específico tendría la competencia para poder citar a autoridades, funcionarios y empleados, a que presten informes regulares sobre el plan de acción y las actividades realizadas y por realizar en el predio. Además, pediría información sobre el destino de los animales, su reubicación, y la situación de aquellos que no pueden ser trasladados; así como también respecto de la conservación, restauración y/o modificación de los edificios. Podría estar integrada por asesores y profesionales, con carácter ad honorem.
Sobre la reubicación de los animales, Depierro mencionó que “el problema es con las especies que no se pueden reinsertar de nuevo en su hábitat. Por ejemplo, un elefante. No se puede devolver un elefante solo a ningún lado, con la jirafa y los monos pasa lo mismo. La idea es que no sean trasladados a otros zoológicos, porque lo único que estás haciendo es cambiar de jaula, pero sí que con todo el espacio que se recupere, se les mejore las condiciones de habitabilidad”.
Por otro lado, los impulsores del proyecto para la reconversión del zoológico en un Jardín Ecológico mantuvieron un encuentro con el ministro de Modernización, Innovación y Tecnología, Andy Freire. Si bien Camps y Rossi se habían reunido con el funcionario a mediados de febrero y habían acordado iniciar en conjunto “una etapa de consultas”, ambos se enteraron de la decisión del Ejecutivo el mismo día que Larreta encabezó la conferencia de prensa desde las instalaciones del Zoo.
Luego de las felicitaciones y las críticas por la falta de un llamado, los diputados tuvieron “una muy buena reunión”, en la que el ministro se disculpó y aseguró estar de acuerdo con el tratamiento de un proyecto en el ámbito legislativo. “Le consulté si estaba de acuerdo con que la Legislatura fuese el lugar donde se pudiera debatir todo el proyecto; donde se participe y se pueda redactar una ley marco”, reveló Camps a Parlamentario.
El legislador precisó que la sanción de una norma formalizaría que de cara al futuro no se puedan tener animales encerrados en el parque ecológico, porque además opinó que la propuesta del Gobierno porteño guarda enormes semejanzas con el proyecto de ley. El debate, al que asistirían representantes del Ejecutivo, reuniría a las comisiones de Ambiente, Protección y Uso del Espacio Público y la comisión especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico.
Camps consideró que “el tiempo que se tomaron para la reapertura fue para arreglar situaciones administrativas. Tienen que resolver cuestiones patrimoniales también. El lugar estaba todo roto, había escombros, basura. Habrán preparado alguna cartelera alusiva a la transformación”. Y agregó: “todos los animales no van a poder ser traslados. Los que vuelvan a la naturaleza van a ser pocos. Es fácil con los herbívoros, con los ciervos; pero los carnívoros, salvo algunos chiquitos, no se van a readaptar”.
Para el diputado del PSA, el Gobierno de la Ciudad decidió modificar las condiciones del zoológico debido a “la presión pública”, y porque “dejó de ser rentable; hay un nuevo paradigma en el mundo”. “Bienvenido sea”, expresó.
