Por Miguel Saredi. El ex diputado nacional y actual director de Acumar destacó las reformas en marcha tanto a nivel nacional como provincial, y en este último caso resaltó temas puntuales que deben alcanzarse.
Estamos en vísperas de una reforma electoral, tanto a nivel nacional, como provincial. De los dos ámbitos, el más visible es la reforma nacional, ya que cambia el instrumento mismo de votación, a partir del cambio de la boleta de papel, por la BUE (boleta única electrónica).
Si bien la reforma nacional es más visible, por diferentes cambios realizados, ya publicados en medios nacionales, es muy importante el impulso que le ha dado el Ministro de Gobierno Federico Salvai, a la reforma electoral en la provincia de Buenos Aires, con temas que quizás para la opinión pública parezcan menores, pero que en realidad, son absolutamente necesarios e importantes a implementar.
Estos son entre otros, la depuración del registro de lectores extranjeros residentes en la Provincia de Bs. As., el cual ha crecido considerablemente durante los últimos años. Se debe compatibilizar y ordenar el área de migraciones nacional, con el padrón provincial electoral y así, realizar una depuración de datos.
El rediseño de las unidades de administración electoral, (circuitos electorales), que son muy antiguos. Nos encontramos con que muchos vecinos, siguen votando a grandes distancias del lugar donde habitan. Por ejemplo: en Laferrere, localidad del partido de La Matanza, con cientos de miles de habitantes, tiene sólo dos unidades electorales y ocasiona una grave incomodidad al vecino, a la hora de dirigirse a emitir el voto.
Un sistema de alerta para la detección de “votantes golondrinas” o “trasiego de votantes”, que son quienes realizan cambios de domicilios mayoritarios de un distrito a otro en general de distritos grandes o pequeños, provocando un fraude domiciliario electoral.
El límite a las reelecciones indefinidas de los Intendentes, Legisladores y Concejales, que es algo por lo cual, desde hace muchos años se viene trabajando y hablando. Este es un gran punto, ya que ha llevado a una cuestión de suerte de una planta permanente en la clase política Bonaerense, lo cual ha evitado un traspaso y muchas veces una renovación política electoral durante décadas.
Estos cuatro puntos mencionados, entre otros, son los puntos centrales de la reforma electoral en la Provincia de Buenos Aires.
Con respecto a la reforma nacional, el cambio del instrumento de votación con la incorporación del voto, asegura orden, prolijidad y minimiza prácticas fraudulentas como el robo de boletas y además imposibilita la injusta distribución de la misma que se hacía hasta el presente.
La BUE, no es la solución a todos los males, menos, si no es clara a la hora de diferenciar las categorías en cada ítem a votar. El sistema inicial en que el lector opta por la boleta completa o categoría, puede obstar a ese objetivo, si no es realmente claro.
La lista sábana horizontal del sistema tradicional bonaerense, y que tantas inequidades ha planteado a lo largo de todas estas décadas, y en la cual en el mismo día y con la misma boleta, se vota desde un candidato a presidente, hasta a un consejero escolar, con múltiples cuerpos, debe ser sustituida por una en la que quede claramente marcada la diferencia de categorías en cada uno de los ítems. Sino uno de los problemas principales del sistema electoral bonaerense, quedará de la misma forma.
Es decir; que junto a estos grandes avances logrados, debemos seguir trabajando fuertemente, marcando claramente la diferencia de categorías en el día de la elección, porque el elector, debe saber con claridad, el cargo a elegir.
