Cuando todo parecía que la tregua a la que se había acordado por las autoridades de los bloques del FpV-PJ de la Cámara de Diputados y del Senado en el sentido de frenar la división entre quienes responden a la expresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y los que por razones obvias trabajan conjuntamente con sus gobernadores en ejercicio o los históricos caudillos regionales se está en víspera de una gran ruptura, que seguramente se concretará en los próximos días.

Esta vez el portazo, vendría de la mano del sanjuanino José Luis Gioja, a quien acompañarían una veintena de diputados que hasta ahora eran sostenidos por sus jefes territoriales.

La reacción a los cuestionamientos de CFK generó que afloraran viejos enfrentamientos. José Luis Gioja, Miguel Angel Pichetto, la mandaron a callar y destacaron que sus conductas partían de que ejercían las responsabilidades institucionales en gobernaciones e intendencias a lo largo y ancho del país. El senador misionero Juan Manuel Irrazábal, palabras más palabras menos, dijo que deje de dar órdenes y que se presente en internas para revalidar títulos que “ella” en forma permanente levanta a los cuatro vientos.

En rigor de acuerdo con interpretaciones de su conducta estiman que en realidad ya ha decidido romper relaciones con el PJ y finalmente armar el famoso Frente Ciudadano que anunció en su discurso frente a Comodoro Py después de presentarse a un requerimiento judicial.

Una movida que se enmarca en la campaña electoral 2017 que ya fue iniciada por todos los partidos políticos sin perder un minuto. La elaboración de estrategias busca consolidar alternativas al macrismo, o en el caso de los habitantes del primer piso de Balcarce 50 de asegurarse el triunfo en las legislativas del año que viene.

En las huestes del kirchnerismo son plenamente conscientes que ya no tendrán la lapicera de CFK para incidir en la lista de candidatos de senadores y diputados nacionales. Los dirigentes del PJ que tienen peso territorial, ya están pergeñando su propio espacio electoral. Conscientes de esta realidad, los popes del PJ comenzaron a acelerar su “despegue” del kirchnerismo pensando ya en las legislativas del año que viene.

Por lo tanto, el adiós de la veintena de diputados al bloque que conduce Héctor Recalde es cuestión de días.

No esta demás recordar que algunas tendencias internas en los partidos políticos tienden a sobrevivir sin pena ni gloria. Será el caso del kirchnerismo, como antes el alfonsinismo en la UCR o el menemismo en el PJ.

Ese es el panorama que ofrece ahora el FpV-PJ no sólo en la institucional, sino fundamentalmente en el Congreso de la Nación, donde el papel jugado en la sanción de las leyes fue objeto de críticas de CFK por no haberse convertido en una oposición y defensor de los derechos alcanzados en la década ganada.

Claro que todas las miradas están en la provincia de Buenos Aires, por su importancia en el caudal electoral que posee y que define el resultado de las urnas. Mientras algunos intendentes están siendo seducidos por la gobernadora María Eugenia Vidal, otros están en estado de alerta en el sentido de la crisis que atraviesa el PJ. “El desafío del peronismo en su conjunto tiene que ver con poder liderar un proceso de renovación”, fue una de las frases del intendente de San Martín, Gabriel Katopodis a la hora de evaluar los cursos de acción del PJ y agregó que tienen que recorrer los 135 municipios y acordar una nueva política.

Entonces, gobernadores, senadores y diputados nacionales e intendentes bonaerenses, han asumido que se acabó la tregua y que nadie mire para el costado. Los famosos vientos revoltosos de otoño están en las puertas del PJ.