El presidente del bloque Pro de la Cámara baja, Nicolás Massot, aclaró que el fallo de la Corte Suprema sobre el tema tarifas fue recibido por el oficialismo “sin pensarlo demasiado”, por cuanto “acá no hay mucho análisis que hacer”. Y en ese sentido consideró “que la reacción haya sido tan calma ese es un cambio institucional muy bueno”.

Empero, admitió que “para el plan de gobierno es un imprevisto que no podemos naturalizar”.

En diálogo con Radio Del Plata, destacó que “acatamos el fallo del tribunal sin ningún pero, es una novedad que ojalá podamos mantener a lo largo del tiempo”.

Para Massot, “el impacto que tiene en el plan económico es evidente. Hoy tenemos que buscar alternativas para zanjar esos seis meses de subsidios tarifarios que no teníamos previstos”. Asimismo sostuvo que “cuando hablamos de gradualismo es que no vamos a cerrar el Banco Central de un día para el otro, sino que la emisión va a ir bajando de a poco. La inflación empezó a bajar sensiblemente en mayo y va a seguir bajando mes a mes hasta llegar en 2019 a una de un dígito y esperemos que por debajo del 5%”.

“Nuestro principal enemigo es la inflación, que es la mentira encubierta sobre las cual las gestiones anteriores financiaron un montón de programas infinanciables –apuntó-. Nosotros no te vamos a sacar el 30% de tu sueldo todos los meses”

El legislador del Pro sostuvo que “nuestro principal foco desde diciembre hacia acá ha sido respecto de las clases de menores ingresos y por eso las medidas que tomamos son para tenderle una mano en esta transición a aquellos sectores”. En ese marco, advirtió que “vemos que la gente está apretando un poco los dientes, pero con muchísima esperanza. Lo importante es que hay esperanza de que es una transición, el plazo entre que se empiece a notar la reactivación tiene que ser lo más corto posible”.

Volviendo al aumento de tarifas, Nicolás Massot señaló que “cuando los temas se instalan tanto mediáticamente, la gente empieza a tener una sensación de que las cosas son un problema aunque a ellos no le ocurra directamente. Las facturas retarifadas fueron un problema para un 10 o 15% de gente que recibió aumentos imposibles de pagar pero no para el 85% que las pagó”.

Así, concluyó que “las tarifas no era un problema masivo como estaba siendo percibido”.